Cristo Redentor de los Andes
Recientemente leí acerca de una estatua llamada Cristo Redentor de los Andes que tiene una historia convincente que la sustenta. Aparentemente, en 1904, los países de Argentina y Chile estaban al borde de la guerra. En el último momento, un obispo argentino intervino y pidió la paz entre los dos países. En respuesta, un obispo chileno se unió a la causa y la disputa fue enviada el Rey Eduardo VII. Él, a su vez, pudo resolver el problema y se evitó la guerra.
A raíz de este conflicto potencial, las armas no utilizadas de ambos países se fundieron y el metal se utilizó para construir una estatua colosal de Cristo que ahora se encuentra en una cadena montañosa entre Argentina y Chile.
En Isaías leemos la siguiente profecía:
…Convertirán sus espadas en arados,
y sus lanzas en hoces;
no levantará espada nación contra nación,
y nunca más se adiestrarán para la guerra.
En esta temporada de Adviento, esperamos el día en que se cumpla esta profecía; hasta el día en que Aquel, que nació como un bebé en un pesebre, finalmente reinará en el sentido más pleno como el Príncipe de Paz.
Oremos: Oh Dios, anhelamos el día en que cesarán las guerras y reinará tu paz. Hasta ese día, que nosotros, como tus seguidores, seamos siempre tus embajadores de la paz. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!