La (s) Regla (s) de Oro
La directiva más famosa del cristianismo para una vida correcta se encuentra en Lucas 6:31: “Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.” Mateo 7:12, agrega la siguiente frase: “Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.” ¡En todo! No hay excepciones, ¡cielos! Todos podemos lucir y sonar bien cuando las cosas van como queremos, pero ¿Qué hay de las veces en que las cosas van mal? Yo sé que me enfrento a estos desafíos todos los días, desde un empleado malhumorado en la caja registradora hasta alguien con opiniones políticas diferentes e incluso un conductor que se detiene de repente frente a mí. Jesús no me dice que soy responsable de mis sentimientos acerca de estas cosas, pero deja claro que lo soy por mis acciones. Quizás nos ayude a comprender mejor la Regla de Oro si lo reformulamos. Cinco siglos antes de Jesús, el gran filósofo chino Confucio escribió una especie de manual para vivir una vida moral y ética. Y aquí su versión de lo que Jesús nos ordenó más tarde: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti mismo.” ¡Entendido!
Oremos:
Dios misericordioso, nos amaste tanto que enviaste a tu amado Hijo a nacer como uno de nosotros, caminar entre nosotros, enseñarnos, sanarnos y guiarnos a vivir correctamente a través de su ejemplo. Llena nuestros corazones de gratitud por este regalo invaluable, oramos, para que seamos inspirados a vivir su ejemplo en nuestra propia vida. No lo vamos a hacer a la perfección, y lo entiendes, pero inspíranos a trabajar con atención para vivir la meta que con tanto cariño nos has fijado. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!