Inquieto, Ansioso y Loco
El mensaje de hoy fue escrito por mi amigo el Rev. Andy Odom.
En mi ministerio, siempre que he hablado sobre estar ocupado, estresado o ansioso, generalmente he tenido algo que sugerir que podría simplificar las cosas o ayudar a reducir la ansiedad que sienten los demás. Pero sí sé que, a veces, la vida se vuelve tan inquietante, ansiosa y loca que realmente no hay mucho que puedes hacer al respecto, excepto tratar de superarlo lo mejor que puedas.
En nuestra iglesia, acabamos de lanzar una campaña de recaudación de fondos para abordar algunos problemas de construcción que están afectando nuestra capacidad de llevar a cabo el ministerio. Es algo absolutamente necesario y tenemos que hacerlo. Es lo correcto. Pero…es una tarea muy ajetreada. Yo sería una persona ajetreada si eso fuera todo lo que estuviéramos haciendo, pero cuando se suma a todo lo demás que ya estamos haciendo, es una locura, una ansiedad, una inquietud una locura. Las personas de nuestra iglesia que están involucradas, incluyéndome, ya somos personas muy ocupadas. Y, sin embargo, todos hemos acordado poner nuestro esfuerzo en ello.
Una de las cosas que he tenido que hacer es reducir las expectativas que tengo sobre mí mismo. Y he aprendido a decir que eso está BIEN. Otra cosa que estoy haciendo es recordarme a mí mismo que esta situación temporal es exactamente eso, temporal.
Hay momentos en la vida en los que simplemente debemos agachar la cabeza y seguir adelante lo mejor que podamos, con la esperanza de salir adelante con nuestras mentes sanas. Y, por supuesto, la gran promesa de Dios para nosotros es estar presente con nosotros incluso en esos momentos.
Cuando simplemente tenemos que dar cada paso lo mejor que podamos, ya sea que hayamos podido recordar ponernos los zapatos o no, Dios sigue estando ahí con nosotros, abrazándonos y levantándonos. Es, tal vez, en los momentos en que nos sentimos más perdidos, cuando más confiamos en la mano firme de Dios.
Si te sientes abrumado esta semana, estoy contigo. Estoy orando por ti. Cuídate a ti mismo. Y confía que Dios está contigo.
Oremos: Dios de Gracia, ayúdanos a encontrar nuestro descanso en ti. Céntranos. Arráiganos. Y concédenos tu paz. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!
