¡Hoy!

En su libro El Camino Menos Transitado, el psiquiatra M. Scott Peck cuenta de una mujer joven a la que había aconsejado que acudió a él quejándose de su tendencia a postergar su trabajo. Después de abordar el problema sin éxito desde varios ángulos, Peck un día le preguntó a dicha mujer si le gustaba el pastel. Ella dijo que sí. “¿Qué parte del pastel te gusta más?” él preguntó: “¿El pastel o el glaseado?” “Oh, ¡el glaseado!” ella dijo con entusiasmo. Luego le preguntó cómo se comía el pastel, y ella dijo: “Yo como el glaseado primero, por supuesto.” A partir de ese momento, pasaron a examinar sus hábitos de trabajo, y descubrieron que el mismo principio aplicaba. Ella pasaría la primera hora de su día en el trabajo que más le gustaba, y las seis horas restantes dedicadas a la tarea que le resultaba menos atractiva.

Peck sugirió que si se obligara a cumplir la parte desagradable de su trabajo durante la primera hora entonces sería libre de disfrutar las otras seis horas restantes. La joven estuvo de acuerdo, y debido a que era una persona de gran voluntad, hizo el cambio y pronto superó su tendencia a posponer las cosas. Al hacerlo, ella estaba más feliz.

En uno de sus mensajes de Dial Hope, mi amigo Roger Kunkel, q.e.p.d., escribió sobre un letrero que vio en un vivero de plantas. El letrero decía: “El mejor momento para comprar un árbol fue hace 20 años.” Roger lo leyó y pensó: “¡Muchas gracias!” Pero en el reverso del letrero se dio cuenta que decía: “¡El segundo mejor momento para comprar un árbol es hoy!” Hoy. ¡Hoy!

Eso es cierto en la vida también, ¿Verdad que sí? Si hay errores que necesitas corregir, perdón que debes ofrecer, cosas que debes dejar ir, personas que necesitan escuchar cuánto los amas, oraciones que necesitas decir, que no postergues más. ¡Que lo puedas hacer hoy!

Oremos: Concédenos, Oh Dios, el valor y la fuerza que necesitamos para actuar en este momento en cualquier asunto sin resolver en nuestras vidas. Recordamos que la vida es corta y es frágil. Simplemente confiamos en que estás con nosotros – incluso ahora. Amén.

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