Fe y Política
Entonces, si estás en una cena, ¿cuáles son los dos temas que la mayoría de nosotros siempre tratamos de evitar? Por supuesto, como pastor, me encuentro en medio de estos temas constantemente, especialmente en eventos sociales. Es curioso. Muchas veces, cuando las personas se dan cuenta que soy pastor, o bien piensan que soy el policía de la fe y enseguida empiezan a disculparse por no ir a la iglesia. O bien quieren hablar de fe. Y a veces no solo quieren hablar de fe, sino también de política.
Y es muy interesante. Se suele asumir que todos los Cristianos tiene la misma opinión en política. Claro, siendo pastor de una iglesia, sé que no es cierto. Nuestra iglesia es diversa. La mitad son rojos, la otra mitad azules, ¡así que somos morados! En realidad, es más complicado que eso…algunos son rojo intenso, otros azul intenso, y todos los intermedios. Así que somos más bien ¡marrones o grises!
Pero hoy en día es difícil, pase lo que pase, tener una conversación profunda y significativa sobre temas políticos. Y cuando se mezcla la fe, puede generar aguas turbulentas. Siempre ha sido así.
En la época de Jesús, se creía ampliamente que, cuando viniera el Mesías, sería una figura política. Mesías significa literalmente rey. Y aunque nunca aspiró a un cargo político real, él representó un reino alternativo – el reino de Dios – muy contrario a Roma. Y no cabe duda de que su vida, ministerio y enseñanza buscaban influir en la cultura que lo rodeaba.
Todo esto plantea la pregunta: ¿Cómo podemos nosotros, como seguidores de Jesús, interactuar con la cultura y la política de nuestros días?
Durante los próximos días, les compartiré algunas reflexiones. Por hoy, les dejo esta oración…
Oremos: Oramos, Oh Dios, por nuestro país en los años electorales. A pesar de nuestras diferencias políticas, ayúdanos a escucharnos profundamente unos a otros, ayúdanos a escucharte profundamente. Donde discrepamos, que lo hagamos con un espíritu de amor. Que quienes buscamos seguirte seamos la sal, la levadura y la luz que refleja tu evangelio. Por nuestra forma de vivir, nuestra forma de hablar, nuestra forma de trabajar, jugar e interactuar, utiliza nuestras vidas para llevar esperanza, misericordia y alegría a un mundo desesperadamente necesitado. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!







