El Señor es Mi Pastor
El Salmo 23 inicia: El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas.
Es una poderosa imagen, ¿verdad que sí? Aunque las realidades del pastoreo y las ovejas están muy alejadas de mi entorno suburbano, todavía resuena.
Nunca he estado en el medio oriente, pero entiendo que fuera de los valles fértiles, hay mucha tierra rocosa desolada. Y entonces puedo imaginarme a los pastores guiando a las ovejas a través de la tierra desolada en busca de pastos verdes para comer y aguas tranquilas para beber. Y puedo imaginar todos los peligros que habrá en el camino, animales salvajes, ladrones…Y por encima de eso, entiendo que las ovejas son notoriamente simples y propensas a deambular. Necesitan un pastor.
Si bien la comparación con las ovejas no es exactamente una metáfora halagadora, ¡es acertada!
No sé de ustedes, pero a veces me encuentro como en un desierto. A veces estoy ahí como la simple oveja, porque me he desviado en la dirección equivocada. A menudo me siento confundido o perdido. Y otras veces estoy allí en el desierto sin que sea culpa mía. A medida que se desarrolla la vida, no tenemos que viajar muy lejos para saber que gran parte de ella está completamente fuera de nuestro control. Si has pasado tiempo en la UCI de un hospital o si un ser querido ha muerto demasiado joven o se ha enfrentado cara a cara con el diagnóstico de cáncer, entonces ya sabes…
Una de las cosas que aprecio del Salmo 23 es que no niega la realidad del mundo en el que vivimos. Incluso con el Señor como nuestro pastor, todavía viajamos a través de valles oscuros, todavía enfrentamos enemigos y todavía caminamos a través del desierto. Sin embargo, el Salmo es un potente recordatorio de que no emprendemos este viaje solos.
Gracias a Dios.
Oremos: Dios amado, tú eres nuestro pastor. Nada me falta. Junto a tranquilas aguas nos conduces, y has prometido que nos infundirás con nuevas fuerzas. Ponemos ahora ante ti cualquier cosa que se mueva dentro de nosotros y que es una carga…Guíanos de nuevo por los caminos correctos…Aunque caminemos por el valle más oscuro, confiamos en que tú estás con nosotros. Ayúdanos a ver como incluso en el desierto nos has ungido con bendición, y como nuestras copas realmente rebosan…Seguramente el bien y la misericordia nos seguirá todos los días de nuestras vidas, y moraremos junto a ti durante toda nuestra vida. Amén.
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