El Juego de Buscar Culpables

El Juego de Buscar Culpables

El otro día me encontré con un viejo recorte de tira cómica de nombre “Frank y Ernest.” Se trataba simplemente de un dibujo del Arca de Noé con los animales que se alineaban abordando de dos en dos. Noé le dijo a la Sra. Noé, “Dos de cada uno de todos, ¡excepto que vamos a tomar la mayor cantidad de machos cabríos que podamos conseguir!”

En la vida, nos gustan los chivos expiatorios, ¿verdad? Cuando las cosas van mal, nos gustaría tener algo o alguien más a quien culpar. “¡No es mi culpa!” nos gusta decir.

Desde los tiempos de Adán y Eva, cuando Dios le preguntó a Adán del por qué comió el fruto prohibido, ¿qué fue lo que hizo? Le echó la culpa a Eva, por supuesto. Eva, en respuesta, ¡culpó a la serpiente!

Somos humanos. Somos de carne y hueso. De vez en cuando todos cometemos errores. No todos estamos a la altura. Pero ¿no nos volvemos más como seres humanos cuando hacemos frente a nuestros errores y fracasos y cuando aceptamos las consecuencias y aprendemos de ellos?

Oremos: Amado Dios, te damos gracias porque tú nos conoces, por dentro y por fuera. Conoces nuestros retos, nuestros defectos, nuestros fracasos y, sin embargo, nos amas todavía. Ayúdanos a mirar a nuestra propia vida con gentil honestidad – y sin embargo, con mucho amor. Donde no estemos a la altura, danos gracia, danos compasión para nosotros mismos, recuérdanos de la necesidad del perdón, pero entonces Señor, danos el valor y la fuerza que necesitamos para buscar soluciones – no culpables. Lo pedimos en nombre de Aquel cuyo amor por nosotros nunca muere. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

Biografía

Share