El Fundamento de la Fe
Mientras tres ministros estaban teniendo una discusión sobre la oración y llegaron al tema de la posición más apropiada y efectiva para orar. Mientras hablaban, un electricista estaba trabajando duro en una esquina de la habitación. Un ministro dijo que sentía que la clave de la buena oración estaba en las manos. Él dijo que siempre mantenía las manos juntas y señalaba con los dedos hacia arriba como una forma de adoración simbólica. El segundo ministro creía que era una necesidad absoluta estar de rodillas para una oración real. El tercero argumentó que la única posición que valía la pena era mientras uno se extendía en el suelo con la cara hacia el piso.
Escuchando atentamente lo que estaban diciendo, el electricista ya no podía permanecer fuera de la conversación. Se dirigió hacia la mesa y dijo: “Me di cuenta de que la oración más poderosa que haya realizado fue mientras estaba colgando boca abajo de mis talones desde un poste de luz, a 40 pies de altura.”
¡Apuesto a que era una oración sincera!
En la Biblia las personas oraban de pie, acostados, arrodillados, con las manos cruzadas, con las manos levantadas, en tiempos de angustias. Lo que más importa no es cuándo ni cómo oramos – sino que oremos.
La oración es simplemente una conversación con Dios. Establece los fundamentos para la fe. Profundiza en nosotros la gratitud…la confianza…y la paz…, permitiéndonos operar en la vida desde un sentido de ser más centrado. Y luego, cuando nos enfrentamos a esos momentos más cruciales, sabemos exactamente a dónde acudir.
Nuestra oración de hoy fue escrita por mi amigo Roger Kunkel, q.e.p.d., fundador de Dial Hope (Digita Esperanza). Oremos: Dios de amor, ayúdanos a confiar en el camino de la vida, de creer en tu liderazgo, en buscar tu guía, en apreciar tu voluntad, a seguir con alegría para llegar a ser lo que hemos sido llamados a ser, solo tuyos. Como semillas durmientes en el suelo invernal, esperamos ser nutridos por tu sol y tu lluvia, de llamarnos de la tierra y hacia la luz del día con la nueva esperanza que viene de tu Hijo radiante, Jesucristo. Oramos en su nombre. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!