DOMANDO LOS ENREDOS
¿Alguna vez te has preguntado cómo una bola de hilo puede enredarse tanto cuando nadie está mirando? Qué frustrante y lento puede ser deshacer los nudos y hacer que el hilo se pueda usar, una vez más.
A veces, nuestras vidas pueden parecer como bolas de hilo enredadas, llenas de nudos no deseados que pueden ser terriblemente difíciles de manejar. Pude que nos resulta difícil ver una salida a las relaciones enredadas, los reveses inesperados, preocupaciones financieras crecientes y las preocupaciones persistentes. Puede que nos sintamos casi consumidos por las cargas, los problemas y las trampas de la vida.
En medio de tiempos tan difíciles, qué reconfortante es saber que podemos sacar fuerza y esperanza para el mañana de la promesa perdurable de Dios:
“¡Yo hago nuevas todas las cosas!” (Apocalipsis 21:5)
Como pueblo de Dios, que gozo es disfrutar libremente de la maravilla de su amor edificante.
Incluso cuando estamos irremediablemente atados en todos los nudos casi imposibles, nuestro Creador está listo para ayudarnos a dominar los enredos, lidiar con nuestros dilemas y mostrarnos cómo afrontarlos. Él envió a su Hijo para que conozcamos el camino, la verdad y la vida.
Y, gracias a la gracia guiadora de Dios, aunque nuestras circunstancias complicadas no desaparezcan mágicamente, seremos fortalecidos para enfrentarlas y superarlas.
Oremos: Dios Vivo, mientras luchamos por lidiar con los giros y vueltas que la vida a menudo nos trae, concédenos la paciencia para perseverar. Indícanos los caminos que debemos recorrer. Equípanos para el viaje de la vida y envuélvenos siempre con tu gracia verdaderamente asombrosa. Oramos en el nombre de nuestro Señor. Amén.
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