Deténgase y Tome un Respiro
El mensaje de hoy fue escrito por el pastor invitado Rev. Andy Odom.
Ábreme los ojos, para que contemple las maravillas de tu ley. (Salmos 119:18)
Yo creo que una de las cosas que Jesús hace extremadamente bien es prestar atención. Me recuerdo de la historia de cuando Jesús caminaba entre una multitud y de repente sintió que una mujer tocaba el borde de su manto. Él podría haber seguido adelante, pero no lo hizo. No, él se detuvo y se dio la vuelta para ver quién era. Parecía estar siempre consciente de lo que estaba allí cerca de él.
El resto de nosotros, sin embargo, realmente parecemos tener problemas para prestar atención. Nos distraemos, mirando nuestros teléfonos o mirando a lo lejos pensando en algo mientras alguien está hablando. Nuestra mente generalmente está en cualquier otro lugar que no es en donde estamos actualmente. Por eso, a menudo no vemos lo que está justo frente a nosotros.
Hacia finales del año pasado, la iglesia a la que sirvo en Texas tuvo una maratón, de la gran olimpiada de aventura de sendero, de 5 Km donde ayudamos a recaudar dinero para cabras para familias en Malawi, África. Recorrimos un sendero y había marcas con tiza a lo largo del sendero para asegurarnos de que supiéramos a dónde ir. Bueno, en un en el maratón, terminé solo, y sin siquiera darme cuenta, pasé corriendo cerda del lugar donde se supone que debes dar la vuelta. Y seguí corriendo. Estaba tan ingrido en lo que sea que estaba pensando que ni siquiera me di cuenta de que había pasado el punto en donde hay que dar vuelta. Pasó un buen rato antes de darme cuenta de que ya no había nadie más detrás de mí. Me pregunté por qué nadie más se dio cuenta de que no había dado la vuelta correcta.
Cuando regresé a la línea de meta, todos nos reímos mucho porque no había dado la vuelta correcta. Sin embargo, solo demuestra lo distraídos y atrapados que estamos en nuestros propios pensamientos. Nos haría bien detenernos más a menudo y respirar y tratar de notar lo que está justo frente a nosotros.
Oremos: Querido Señor, gracias por este día. Ayúdanos a detenernos en el transcurso del día, en cuanto podamos, para tomar un respiro. Ayúdanos a hacer una pausa por un momento para darnos cuenta de las cosas maravillosas que has puesto frente a nosotros. Amén
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!
