Dejar Ir
El mensaje de hoy fue escrito por la Pastora Invitada, Rev. Amy Camp.
Hace unas semanas, en un retiro de mujeres, una amiga describió una vieja bolsa de lona del ejército que le pertenecía a su padre. La bolsa había estado alrededor del mundo varias veces, había visto varias batallas, había estado en varios armarios y áticos a través de los años, y por lo tanto estaba bien desgastado…estaba manchado, remendado, y llevaba el olor inconfundible del moho.
Mi amiga dijo que ella no podía recordar cuando había empezado a llevar dichas bolsas a todos lados con ella; ella solo sabía que lo llevaba por mucho tiempo. Ella lo dejaba, ocasionalmente, solo para notar que después de un buen rato volvía a cargarlo otra vez. A pesar de que estaba maloliente y asqueroso, ella se había acostumbrado al olor, era algo familiar. Ella creció con dicha bolsa. Algunos días era tan pesado que apenas podía cargarlo y mucho menos llevarla por todos lados. Otros días se sentía bastante liviana, y ella reconocía la presencia de la bolsa por solo su olor.
Cuanto más tiempo hablaba de la bolsa de lona, empezaba a verla y olerla también cada vez más.
Jesús nos ofrece oportunidades para que le demos nuestras bolsas de lona malolientes… “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.” (Mateo 11:28)
Por favor oren conmigo: Dios de nuevos comienzos, nosotros confesamos que no sabemos por qué continuamos cargando con nuestros equipajes del pasado. Tal vez porque es tan familiar, o tal vez porque da miedo de solo pensar en la vida sin el equipaje, o porque necesitamos culpar a alguien o a algo de los problemas que tenemos hoy en día. Ayúdanos a ser libres de todo aquello que ejerce un peso sobre nosotros y que nos mantiene oprimidos. Ayúdanos a descansar y encontrar paz en ti. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!