De la Oscuridad…
El erudito cristiano Timothy Beal, al escribir sobre la formación espiritual, hace la profunda afirmación de que: “La oscuridad y la incertidumbre proporcionan el entorno más propicio para el crecimiento del alma.”
No sé por qué es así, pero ciertamente he descubierto que es cierto. Cuando he preguntado a las personas cómo llegaron a la fe, o cuándo crecieron en su fe, tantas veces ha surgido de un momento de crisis – ya sea si fue durante un matrimonio en dificultades, o después de la muerte de alguien cercano, o durante un tiempo de enfermedad. Yo incluso pienso en cómo algunos de mis amigos en otros países viven en la pobreza absoluta y, sin embargo, tienen este profundo nivel de fe.
Tal vez sea porque al enfrentarnos cara a cara y luchar con nuestros demonios, nos hemos dado cuenta de una fuerza y una esperanza más allá de nosotros. O tal vez sea porque durante estos tiempos nos damos cuenta de que realmente no tenemos tanto control sobre la vida como nos gustaría pensar, y nos damos cuenta de que tenemos que confiar.
Una y otra vez, he escuchado historia sobre cómo – justo cuando la vida parecía desmoronarse – algo en el fondo comenzó a crecer: Esperanza que no podía ser contenida, esperanza de volver a ver a un ser querido; esperanza que las cosas cambien, esperanza de que pueda haber un nuevo comienzo.
Estos momentos – si bien son aterradores y difíciles – son al mismo tiempo cargados de potencial. Sí, existe la posibilidad de amargura e ira. Pero, si nos protegemos en contra de eso, también existe la posibilidad de que el alma crezca. Hay potencial para nuevas fuerzas y valor; para un amor y una comprensión más profunda.
Cuando te encuentres en uno de esos momentos, o si estás en uno de esos momentos oscuros, que puedas girar hacia Dios y confiar. Dios abrirá un camino a través del desierto. Dios hará un camino…
Oremos: Dios amoroso, cuando estamos en medio de una crisis, es tan difícil ver más allá del momento. A veces se siente como si nunca lo lograremos y que la vida siempre será oscura. Te necesitamos, Señor, en esos momentos. Algunos de nosotros necesitamos tu fuerza, tu valor y tu gracia en este momento. Llénanos de esperanza y danos el poder para confiar en el nombre de Jesús. Amén.
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