Cosas que Importan
En la década de 1870, la ciudad de Nueva York tuvo una de las elecciones a alcalde más disputadas de su historia. El alcalde Juan “Boss” Tweed se postuló para la reelección, y se sabía ampliamente que toda su administración era corrupta. Muchos en la ciudad, que estaban hartos de su tipo de política, se unieron en un intento para poder ganarle a Boss Tweed.
Al principio, las cosas parecían estar mejorando. Pero a medida que avanzaba la campaña electoral, la oposición comenzó a sentir las presiones de la maquinaria política. Muchas de estas buenas personas comenzaron a rendirse y abandonaron la contienda. Cuando se celebraron las elecciones y anunciaron los resultados, descubrieron que Boss Tweed había sido reelegido. Al día siguiente, el New York Times publicó un editorial analizando lo que había sucedido. Se leía:
“Las personas buenas dejan de ser buenas antes que las personas malas dejan de ser mala.”
Martin Luther King Jr. dijo: “Nuestras vidas comienzan a terminar el día que guardamos silencio sobre las cosas que importan.”
Pero a veces nos agotamos. Sentimos que nuestras pequeñas acciones no hacen la diferencia. Nos cansamos y nos rendimos. En un mundo con tanta oscuridad, tanto quebrantamiento y pecado, la necesidad puede ser abrumadora. Pero la verdad es que incluso las acciones pequeñas cuentan. ¡Incluso pequeños actos de amor, amabilidad y generosidad pueden hacer una gran diferencia, especialmente cuando actuamos juntos como en una comunidad de fe!
Al observar lo que las iglesias están haciendo en nuestro país y en todo el mundo yo veo que las comunidades empobrecidas reciben ayuda. Yo he visto la instalación de sistemas de agua potable, la construcción de clínicas médicas y la capacitación de médicos. Veo iglesias suburbanas construyendo relaciones con iglesias del centro de la ciudad y niños de alto riesgo recibiendo tutorías. Yo veo el evangelio siendo proclamado y las vidas de las personas siendo transformadas.
Mi oración es que ustedes y yo seamos del tipo de personas que no guardan silencio, ya sea con nuestras palabras o con nuestras acciones, sobre las cosas que importan. El Apóstol Pablo nos recuerda: “¡Manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano!”
Oremos: Amado Dios, reúnete con nosotros en nuestros pequeños actos cotidianos de bondad y generosidad. Bendice y multiplica nuestras acciones, y aliéntanos con destellos de tu luz venciendo la oscuridad. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!