Cada Rincón y Grieta
Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el Señor su Dios, creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo cuanto hay en ellos, y siempre mantiene la verdad. (Salmos 146: 5-6)
Uno de los problemas de una vida muy programada es que el programa tiende a dominarnos, como un maestro implacable de campo especializado. Al igual que un invierno despiadado, los programas pueden parecer fríos, distantes y sin vida. “¿Dónde se ha ido el día?” Decimos. “¿Qué he estado haciendo? Ni siquiera puedo recordar.” No es así como debería ser.
El célebre autor espiritual Parker Palmer dijo una vez: “Los inviernos te volverán loco hasta que aprendas a salir a ellos.” Creo que el salmista tuvo el mismo pensamiento inspirador por Dios. Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, el Dios creador de todo, ha creado todo de arriba abajo, incluso los días locos programados, sí, esto también es impulsado por Dios.
Mientras lees esto, reorienta tu visión de la forma en que haz estado viendo la agenda invernal de tu día. Toma nota de la postura espiritual del salmista y del Dios que creó cada cosa. En lugar de permitir que el ajetreo te gobierne, considere todas y cada una de las cosas programadas como una oportunidad para testificar y dar testimonio de la gracia de Dios. El favor de Dios se puede encontrar en cada rincón y grieta. La ayuda está ahí. A veces hay que buscar mucho y de forma persistente, pero está ahí. Cada momento…cada minuto frenético…contiene una medida de bendición de Dios. Jesús lo llamó un “tesoro escondido.” Descubrirlo, apreciarlo y vivir en él, eso dependerá de nosotros.
Oremos: Dios danos ojos para verte en los momentos cotidianos de la vida. Ayúdanos a descubrir la bendición, la alegría y la paz; y en respuesta, que podamos ofrecer bendición, alegría y paz a los demás. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
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