Belleza en la Diversidad
Hace muchos años, la iglesia a la que servía tuvo un servicio religioso en conjunto con una iglesia Coreana en desarrollo. Dicha congregación incipiente se reunía en nuestro edificio durante apenas unos meses. Si alguna vez has estado en un servicio de adoración multicultural, entonces sabes que puede haber una tremenda energía presente.
Ese día noté que hay una profunda alegría al pasar tiempo con nuestras hermanas y hermanos con quienes compartimos una fe en común. Sentimos un soplo de esperanza, que algún día todos los hijos de Dios vivirán, trabajarán y adorarán en paz. Y había un sentido palpable del Espíritu de Dios moviéndose entre nosotros y el amor de Dios que nos une a pesar de nuestras diferencias.
Esto me parece una lección para la vida. Muy a menudo nos centramos en las cuestiones que dividen. Nos centramos en nuestras diferencias, o en aquello a lo que nos oponemos. Pero ese enfoque sólo nos hace sentir enojados o deprimidos. Sin embargo, cuando llegamos a conocer a quienes son diferentes a nivel personal, a menudo descubrimos que tenemos más cosas en común de lo que pensábamos. A menudo nos enriquecemos con las diferencias que aportamos. Y, tengo que creer que Dios sonríe.
Una de las oraciones más fervientes de Jesús es que seamos uno (Juan 17).
Oremos: Dios creador, hoy recordamos que inventaste todos los colores del arco iris en sus infinitos tonos y matices. Has creado más de un millón de especies de animales; y nos hiciste en una variedad de formas, colores y tamaños. Te alabamos por el mundo maravillosamente diverso en el que vivimos y encontramos nuestro hogar. Hoy oramos por aquellos que son diferentes a nosotros. Ayúdanos a amarlos como tú los amas. Llénanos con tu gracia y paz, para que sea nuestra para compartir. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!