Alegría al Servir a los Demás
Hace varios años, había un artículo en la portada del diario Florida Times Union, sobre una mujer de nombre Barbara Gilbert. En ese momento, ella era madre soltera, estudiante universitaria de medio tiempo, y camarera. Ella tenía dos trabajos a medio tiempo tan solo para pagar el alquiler.
De alguna manera, Barbara se enteró de personas que viven en Jamaica que no tienen casi nada y que vivían en chozas. También se enteró que con alrededor de $2,000 podrías construir una casa bastante decente de 12 por 12 pies en dicho lugar. Y por otros $500, podrías amoblarlo. Así que ella decidió que iba a hacerlo. Sus hijos, por supuesto, pensaron que su mamá estaba loca. Ellos le dijeron: “Tú también eres pobre.” Pero ella lo hizo. Ella ahorró $200 por mes hasta que pudo ahorrar el dinero requerido. Luego le regaló un hogar a otra persona, alguien a quien ni siquiera conocía.
¡Su historia es inspiradora!
Muy a menudo me veo atrapado en mis propios problemas y situaciones que ni siquiera puede comenzar a pensar en otros que tienen mucho menos. A menudo olvido que, al ir más allá de uno mismo, y al ayudar a otros, hay una gran alegría, sanación y redención. Creo que eso es lo que quiso decir Jesús cuando dijo: “Aquellos que quieran salvar sus vidas, la perderá.”
Oremos: Dios de misericordia, no tenemos que mirar muy lejos para ver una tremenda necesidad en el mundo que nos rodea. Y, no tenemos que mirar muy lejos para ver cuánto tenemos que dar. Tú nos has bendecido abundantemente. Te agradecemos por Barbara y otros que nos inspiran con sus acciones. Que su profunda alegría en dar te traiga gloria y alabanza. Y que sus ejemplos agiten nuestras almas y nos impulse a servir. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!
