Ahí es Cuando Nada Puede Detenerte
Hace algún tiempo atrás estaba escuchando una entrevista con George Foreman, excampeón mundial de peso pesado. En un momento de la entrevista habló sobre su éxito inicial en el boxeo. Dijo algo así como: Gané mucho dinero, y el dinero es algo bueno. Está bien. Pero si haces eso, recuerda que todas las mañanas tienes que despertarte con algo que nadie más en el mundo ha tenido al despertar, y es esa imagen en el espejo – esa cara que ves. ¡Tienes que amarlo! Tienes que hacer cosas que te hagan sentir bien.
Continuó diciendo: La primera vez, en mi carrera como boxeador, que gané millones, tenía una piscina y un (buen auto) y todo tipo de cosas que hablan de éxito. Pero, no había hecho nada para tratar a la humanidad de la misma forma que la humanidad me había tratado.
Entonces, Foreman decidió construir un centro para jóvenes en Houston, Texas, para ayudar a los jóvenes empobrecidos de la ciudad donde él creció. Y casi quedó en bancarrota al hacerlo. De hecho, tuvo que volver al boxeo para financiarlo. Pero la segunda vez tuvo una razón y se encontró dotado de resistencia y tenacidad. Él dijo, cuando estás luchando por algo más allá de ti y del dinero – es cuando nada puede detenerte.
Cuando te encuentras luchando por algo más allá de ti mismo, es cuando nada puede detenerte.
En su carta a los Filipenses (2:5-8), Pablo escribió:
“La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús,
quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró al ser igual a Dios
como algo a qué aferrarse. Por lo contrario, se rebajó voluntariamente,
tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los
seres humanos. Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo…”
Esta enseñanza a menudo se domina “kenosis” de la palabra griega Kenoo, que significa vaciamiento.
Nuestra fe nos enseña que Jesús nos muestra el corazón mismo de Dios. En otras palabras, este despojamiento no es sólo la esencia de Jesús, es la esencia misma de Dios. Adoramos a un Dios que lo entrega todo. Adoramos a un Dios que es Amor…Adoramos a un Dios que camina al lado de los que sufren…de los necesitados.
Al haber sido creados a imagen de un Dios así, no es de extrañas que encontremos gran significado, alegría y esperanza en nuestro dar…En este día, ¡que podamos aprovechar ese gran pozo!
Oremos: Dios dador, a como hemos recibido que podamos dar. Y en nuestro dar que conozcamos tu alegría; por Cristo nuestro Señor. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!