Administradores de los Misterios de Dios
El Apóstol Pablo escribió una vez: “Que todos nos consideren servidores de Cristo, encargados de administrar los misterios de Dios.” (1 Corintios 4:1)
¿Qué significa ser un administrador de los ministerios de Dios?
Bueno, estaba pensando recientemente en quién me transmitió la fe. Y varias personas vinieron a mi mente. Pensé en mis padres, por supuesto, que me llevaron a la iglesia – incluso me arrastraron a la iglesia durante muchos años. Tengo este recuerdo, de muy pequeño, de mi papá leyéndome historias bíblicas y hablando sobre ellos y mi madre dando clases en la escuela dominical.
Pienso también en mi abuelo – quien era pastor – pero lo recuerdo sobre todo en su jubilación…Y lo que recuerdo de él no era su forma de pastor – sino su tremendo amor por la vida. También recuerdo cuando estaba en la universidad y no iba a la iglesia. Yo era escéptico del Cristianismo en ese momento, y recuerdo haberle hecho preguntas sobre la fe. Él siempre respondía con mucha gentileza y consideración. Nunca sentí que me juzgaba. Nunca me hizo sentir culpable o mal por no ir a la iglesia o por el lugar en donde estaba en mi vida. Desafortunadamente, él no vivió para ver renacer mi fe…pero él tuvo un impacto en mi vida, ya sea si él lo supiera o no.
También pienso en un amigo de nombre Billy con quién di clases de secundaria. Billy era alguien a quien admiraba porque podía ver su corazón por los estudiantes, su generosidad y su fe en Cristo. Él también tuvo un impacto en mi fe.
Me pregunto quién te entregó el manto de la fe. ¿Alguien te invitó a la iglesia? ¿Alguien te acompañó en el momento justo? ¿Alguien se ofreció a orar por ti o te llevó a adorar? Estoy seguro de que todos tienen historias hermosas.
Y luego me pregunto a quién le estas transmitiendo tu fe y cómo…
Una cosa que sé es que, en mi vida, mi fe en Cristo me ha ayudado a atravesar momentos difíciles. Y confío y creo con todo mi corazón que ha marcado una diferencia en la vida de los demás. Por eso hago lo que hago. Es por eso por lo que hacemos lo que hacemos a través de nuestras iglesias y varios ministerios.
En este mundo, tan desesperadamente necesitado, que ustedes y yo sigamos encontrando maneras de ser administradores de los misterios de Dios. Que encontremos formas de compartir esta fe, esta esperanza, esta luz que hemos recibido.
Oremos: Te damos las gracias, Oh Dios, por aquellos que nos han mostrado tu amor con palabras y obras. A medida que tu amor y tu gracia caen sobre nosotros, que también nosotros compartamos estos dones. Que tu gracia sanadora descanse sobre cada uno de nosotros este día. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!
