Cosechando Nuestros Recuerdos
En la Primera Carta a los Corintios, capitulo 11, Pablo comparte con la iglesia que la noche que fue traicionado, Jesús tomó un pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí…De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí…»
En otras palabras, habrá algo en este acto, algo en este ritual, que despierte un recuerdo, que sirva como recordatorio…Recuérdenme. Recuerda mi estilo de vida. Recuerda mi amor por ti. Recuerda mis promesas que te he dado…Recuerda mi vida derramada.
En muchos sentidos, la memoria es un regalo.
Jesús dijo: «Hagan esto en memoria de mí…»
A veces necesitamos recordatorios, ¿verdad? Me encanta la app de recordatorios de mi teléfono. Lo configuro para todo tipo de cosas…No olvides pasar por la tienda de camino a casa. No olvides abrazar a mi hija por la noche. (Parece una tontería, pero si te lo recuerda todas las noches, nunca lo olvidas.) No olvides orar por la cirugía de Tim el lunes por la mañana. Suena el cronómetro. Recibo una alerta…¡Ah sí! ¡Tengo que hacerlo ahora!
También pienso en repasar viejos diarios que he escrito o fotos que he tomado. Sabes que cuando lo recuerdas, ¡algo se remueve en lo más profundo de tu ser! ¡Ah, recuerdo cuando mis hijas tenían esa edad! ¡Mira el desastre que está haciendo con ese helado! ¡Recuerdo ese vestido de princesa! A veces es en conversaciones con viejas amistades: ¿Te acuerdas de aquella vez…? ¿Te recuerdas de aquel viaje en donde él perdió el avión?
Cada vez me doy más cuenta de la bendición que es mirar atrás.
El poeta y filósofo John O’Donohue escribe sobre la importancia de lo que él llama «cosechar nuestros recuerdos.» Él dijo: «Todo corazón humano busca significado…y el significado es hermano de la experiencia. Todo lo que te sucede es un acto de sembrar una semilla de experiencia. Pero, es igualmente importante poder cosechar esa experiencia.»
Como dijo T.S. Elliot: «Muchos de nosotros hemos tenido la experiencia, pero no hemos captado el significado.»
Es cierto que muchas de las experiencias que tenemos en el mundo son desgarradoras, dolorosas y difíciles. Pero lo que he llegado a comprender es que comenzamos el proceso de sanación cuando visitamos esos lugares con compasión y con fe.
Oremos: Hoy recordamos, Oh Dios, cómo nos ha ayudado a superar el pasado. Recordamos el amor y la gracia que hemos experimentado a lo largo de los años con amigos y seres queridos. Concédenos la capacidad de mirar atrás con compasión al mismo tiempo que miramos hacia adelante con esperanza; a través de Jesucristo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!







