¿No es Acaso el Carpintero?

¿No es Acaso el Carpintero?

En Marcos, capítulo 6, encontramos que Jesús ha regresado a su ciudad natal, Nazaret. Y me pregunto cómo sería eso. Aquí tenemos a un hombre que creció allí. Era un pueblo pequeño, y las personas lo conocieron de niño. Probablemente lo vieron mientras hacía de aprendiz en el taller de su padre, y muy probablemente se beneficiaba de su trabajo al aplicar el oficio él mismo.

Pero al llegar a casa, en lugar de volver al taller, Marcos nos cuenta que entró en la sinagoga y empezó a enseñar. Este no era el papel que los habitantes del pueblo estaban acostumbrados a ver en él, y parecieron desconcertados. Ellos dijeron: “¿No es acaso el carpintero?”

Marcos luego nos dice que: “En efecto, no pudo hacer allí ningún milagro…”

“¿No es acaso el carpintero?”

No sé si alguna vez has tenido esa experiencia, donde al regresar a casa después de un largo tiempo, las personas parecen seguir viéndote como eras hace años. Quizás incluso te vean como un niño, y tal vez incluso te traten así.

Sé que, con mis propias hijas, cuando regresan de la universidad, vuelvo fácilmente a verlas como si estuvieran en secundaria. Pero cuando presto atención, aunque sea por unos instantes, me sorprende lo mucho que han cambiado y crecido.

A veces vemos a las personas solo superficialmente, o solo como las conocimos, sin tomarnos el tiempo de conocerlas más profundamente. Cuando hacemos esto, cuando evaluamos o juzgamos a los demás, o hacemos suposiciones, rápidamente perderemos la riqueza y profundidad de lo que nos pueden ofrecer…

Piénselo. ¿Qué habría pasado si las personas del pueblo hubieran escuchado de verdad a Jesús? ¿Qué habría pasado si se hubieran esforzado por conocerlo de una manera nueva, a un nivel más profundo? ¿Qué habría pasado si le hubieran dado la oportunidad de revelar todo lo que Dios quería revelar a través de él?

¿Qué bendiciones podrían haber recibido? ¿Qué sanación podría haber tenido lugar? ¿Qué transformación y crecimiento podrían haber experimentado?

¿Qué sabiduría, qué conexiones, qué bendiciones nos estamos perdiendo cuando juzgamos demasiado rápido o cuando creemos conocer a alguien antes de conocerlo realmente?

Oremos: Dios de gracia, en este momento en que el tejido social de nuestra nación se desgarra y se deshilacha rápidamente, en este momento en que tantos se sientes solos, sedientos de conexión, hambrientos de ser conocidos, empodéranos para ser personas curiosas por los demás, dispuestas a escuchar, lentos para juzgar. Miramos a Jesús, quien nos muestra el camino. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

Biografía

Share