La (I)Lógica de la Navidad
El mensaje de hoy fue escrito por mi amiga, Reverenda Tasha Blackburn.
El otro día estuve hablando con una clase sobre, entre otras cosas, la relación de la Inteligencia Artificial (IA) con nuestra fe. Mientras compartíamos juntos, empezamos a considerar cuál es la imagen de Dios en nosotros, la imagen que leemos en Génesis que Dios puso en cada uno de nosotros para que pudiéramos ser como Él de alguna manera. Durante generaciones, una de las respuestas a esa pregunta era el conocimiento. Que podíamos pensar y razonar y eso era lo que nos hacía como Dios. Pero, cuanto más hablábamos, más estábamos de acuerdo en que esa no podía ser la respuesta, al menos no del todo. Si es así, entonces la IA ya se pareciera mucho más a Dios de lo que ¡mi cerebro de “queso Suizo” jamás será!
Luego, alguien de la clase llegó a esta conclusión: tal vez nos acercamos más a quién es Dios al darnos cuenta de que Dios no se trata de lógica ni de datos. De hecho, si algo es cierto, Dios es lo opuesto a la IA. En cambio, Dios es completamente ilógico. La propia Navidad nos dice esa profunda verdad. Es completamente ilógico que Dios, el creador del universo, el Todopoderoso, el Gran YO SOY, amara tanto a este mundo que enviara a su único Hijo, no para condenar al mundo, sino para salvarlo. No tiene sentido analítico. Nunca cuadrará. Es ilógico.
Y tal vez eso es precisamente lo que Dios puso en cada uno de nosotros: que también nosotros fuimos creados para ser ilógicos. Tal vez nos parezcamos más a Dios cuando amamos más allá de la razón, cuando perdonamos hasta que resulta vergonzoso, y cuando actuamos de maneras que nunca cuadrarán en un libro de contabilidad. No sé si esa es la imagen de divinidad que Dios puso en nosotros, pero espero que lo sea. Esta Navidad, realmente espero que lo sea. Porque sé que confío en la misericordia, la gracia y el amor de un Dios, a quien oro, es completamente ilógico conmigo. Mi oración en esta temporada es que Dios sea completamente ilógico con todos nosotros.
Oremos: Señor Dios, te damos gracias. Te damos gracias porque cruzaste todos los límites, llegaste más lejos de lo que podemos imaginar y rompiste todas las reglas para estar con nosotros. Gracias por ser completamente ilógico en tu amor por nosotros. Ayúdanos a ser ilógicos en nuestro amor por tu mundo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!