Cristo Rey

Cristo Rey

Hay un pasaje bíblico en el Evangelio de Mateo, capítulo 25 (versículos 31-45), donde Jesús aparece como Rey. Aquí en los Estados Unidos no hablamos mucho de reyes. Cuando lo hacemos, a menudo tiene una connotación negativa, como la de un dictador o un tirano. Alguien que tiene total autoridad.

Pero aquí en Mateo, lo que aprendemos es que Cristo Rey no es un tirano hambriento de poder. En cambio, aprendemos que Cristo Rey está entre nosotros, como la persona que encontramos que tiene hambre, sed, en soledad, un extraño, desnudo, enfermo o encarcelado. Cristo Rey se encuentra en todos aquellos que son encarnaciones ambulantes de la fragilidad humana e incluso del fracaso humano.

Jesús deja claro que él mismo está ahí en esa persona que se encuentra en necesidad frente a nosotros.

A lo largo de los años, he escuchado historia tras historia de personas que cuentan cómo es que en esos momentos de servir a los demás, han encontrado la presencia de Cristo…Sé que he tenido esos momentos sirviendo en filas de comedores de beneficencia y en centros de donación de ropas. Pero también los he tenido en habitaciones de hospitales, alrededor de mesas en cocinas de beneficencia, en centros de cuidados paliativos, escuchando la historia de un extraño que pasó a pedir ayuda en la iglesia, e incluso a altas horas de la noche sentado con una pareja de jóvenes que habían perdido su niño, mientras lloraban y no había palabras.

No hay duda de que Cristo está ahí en esos momentos.

Pero dicha historia nos dice que hay más que eso: que llega un momento de ajustes de cuenta, un momento de juicio. Curiosamente, este pasaje bíblico es el único en el Nuevo Testamento que da una imagen detallada del juicio final. Y lo que determina nuestra responsabilidad final ante el trono no es la obediencia con que nos mantenemos en asombro y adoración a Cristo Rey. No se trata de cuánta Biblia conocemos. No se trata de decir el credo ni de hacer la oración del pecador. Nuestra responsabilidad final se basará en como tratamos a los más vulnerables: como iglesia; como una nación; como un individuo.

Es una enseñanza difícil. Y sin duda, ¡un reto para toda la vida!

Sin duda, responder a las enseñanzas de Jesús en este pasaje bíblico es un desafío para toda la vida. Pero mi oración por nosotros hoy es que nunca perdamos de vista al Rey que adoramos, un rey que se encuentra en los pobres, en los solitarios, quebrantados de corazón y en los impotentes. Que tú y yo, que tenemos más poder y recursos que la mayoría en este mundo, sigamos encontrando maneras de cuidar a los más necesitados entre nosotros, en todas y cada una de las formas que podamos. Y al hacerlo ¡descubrir que verdaderamente le estamos dando a Jesús, nuestro Rey!

Oremos: Señor Jesucristo, que podamos verte en los ojos de todas y cada una de las personas que encontramos. Y que nuestro amor por ellos refleje nuestro amor por ti. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

Biografía

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