Un Estilo de Vida de Buenas Obras
En su carta a los Efesios (2:10), el Apóstol Pablo escribió: Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
Porque somos hechura de Dios…La Nueva Versión Internacional lo expresa de esta manera: “Porque somos obra de Dios…” La versión King James lo traduce así: “Porque somos hechura suya…” Otro erudito lo expresó de esta manera: “Somos la obra de arte de Dios…”
¡Me encanta eso! ¿Alguna vez has pensado en ti mismo como obra de Dios, hechura de Dios? ¡Eres una obra de arte que Dios creó!
Y fuimos creados con un propósito. Somos creados para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
Un estilo de vida de buenas obras…
Pablo nos está diciendo que parte de la forma en que Dios nos creó, parte de la forma en que somos diseñados, parte de la obra de Dios, está construyendo en nosotros una necesidad, un deseo, un corazón para hacer buenas obras, para participar con él en la sanación y redención del mundo.
No se trata de salvación…Pero es fundamental para lo que fuimos creados.
No puedo decir con qué frecuencia hablo con personas que dan mucho de su tiempo, energía y dinero que dicen: ¡Oh, al hacer esto recibo mucho más de lo que jamás di!”
Eso no quiere decir que no sea difícil. Ciertamente lo es. Es difícil porque cuando miramos el mundo que nos rodea, el mensaje que recibimos suele ser completamente diferente. Y no sé ustedes, pero en mi vida estoy ocupado, entre mi trabajo en la iglesia y las exigencias de mi tiempo en casa, sin mencionar las exigencias de mi dinero, con tres niñas en la universidad y un seguro de automóvil para cada una de ellas…Existe un mito de la escasez que nos dice que no habrá suficiente. Y a menudo tengo que recordarme a mí mismo: no confíes en el mito. Confía en Dios. Confía…porque en dar, crezco. En servir a los demás, encuentro significado.
Somos creados a imagen de un Dios dador, un Dios generoso. Fuimos creados para buenas obras, creados para hacer brillar luz: comprensión, esperanza, compasión y misericordia en un mundo que a menudo es oscuro.
Oremos: Dios de esperanza, oramos hoy por tu gracia sanadora. Te necesitamos. Y hoy te pedimos, incluso en nuestro quebrantamiento, nos uses a nosotros y a los dones que tenemos para reflejar tu luz en la oscuridad de este mundo. Por Cristo que nos ha llamado. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!