Algo a que Aferrarse

Una joven pareja se preocupaba por su hijo pequeño, que siempre llevaba a su osito de peluche a la cama con él. A medida que el niño creció, pensaron que debería de renunciar a dicha práctica. Finalmente, ellos le preguntaron: “¿Por qué llevas el osito de peluche a la cama contigo?” Sin dudarlo, respondió: “Para tener algo a que aferrarme en la noche.” En la oscuridad de nuestras vidas queremos algo a que aferrarnos.

¿Qué haces cuando nada parece estar resultando de la forma en la que esperabas? ¿Qué haces cuando reúnes los fragmentos de tu vida y lo expones ante ti y la mayor parte de lo que experimentas es dolor y decepción? ¿Tienes algo a que aferrarte en la noche?

En el capítulo 8 de Romanos, Pablo afirma: “Nada puede separarte del amor de Dios.” Un hogar disfuncional o una vida rota no pueden separarte del amor de Dios. Tus fallas y errores pasados no pueden separarte del amor de Dios. La vejez, un cuerpo en dolor, cáncer, enfermedades cardíacas, depresión, ninguno de estos puede separarte del amor de Dios. ¡Esas son buenas noticias! ¡Eso es algo a que aferrarse por las noches!

El amor de Dios no te desamparará. Es constante. Es constante, no por tu fe, no por tu fuerza, ni por tu determinación firme, sino por el amor, la fidelidad y la gracia de Dios. ¡Eso es algo a que aferrarte por las noches!

Oremos: Amado Dios, visita a aquellos para quienes este día puede enfrentar desafíos especiales: aquellos que enfrentan decisiones difíciles, aquellos que perseveran en luchas de largo plazo, aquellos que se están sometiendo a cirugías o tratamientos. Concédeles consuelo y valentía para que puedan sentir tu amorosa y tierna presencia acompañándolos en los momentos difíciles de este día. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!