Viviendo con las Preguntas
Jesús dijo una vez: “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. (Mateo 7:7) Durante los últimos días hemos reflexionado sobre esto como una invitación a hacer preguntas más profundas. Muchas veces, no hay respuestas inmediatas evidentes. Y por eso vivimos con nuestras preguntas, tal vez permitiendo que nos guíen e incluso nos moldeen.
En este momento, la congregación a la que sirvo se está planteando y viviendo con algunas preguntas: ¿Cómo podemos fomentar un sentido más profundo de comunidad entre nuestros miembros en una cultura muy individualista? Y ¿Cómo podemos convertirnos en una congregación con mayor diversidad de edades en una época en la que las iglesias tradicionales están envejeciendo?
Como individuos, me imagino que muchos de nosotros vivimos con nuestras propias preguntas. Sé que yo tengo algunas propias. Ahora mismo me pregunto: ¿Qué significa vivir una vida digna? En un mundo fragmentado, ¿Cómo puedo construir más puentes en mi vida personal hacia personas que ven el mundo de manera diferente? ¿Cómo puedo mantener todo el dolor, la belleza, la desolación y la belleza del mundo juntas al mismo tiempo en mi corazón?
En una reciente charla TED (Tecnología, Entretenimiento, Diseño), la autora, periodista y podcaster, Krista Tippett habló sobre Rainer Maria Rilke, quien a principios del siglo XX escribió una maravillosa serie de cartas a un joven poeta que estaba sirviendo en el ejército en ese momento. Él estaba tratando de descifrar su vida y a quién estaba llamado a ser. Rilke lo aconsejó: “Sé paciente con todo lo que no se ha resuelto en tu corazón…Intenta amar las preguntas en sí mismas…No intentes alcanzar las respuestas que no se te pueden dar ahora porque no serías capaz de vivirlas. El punto es vivir las preguntas ahora, luego, tal vez algún día en el futuro lejano, gradualmente, sin siquiera notarlo, vivirás tu camino hacia las respuestas.”
Tippett concluyó con una invitación propia: “Dedica un tiempo a formular tu (propia) pregunta. Escríbela. Comprométete a tenerla sobre tu hombro, en tu oído, a medida que avanzas en los próximos meses de tu vida. Observa lo que te invita a ver y a acercarte, y a alejarte de ello. He descubierto que, si eres fiel a vivir una pregunta, esa pregunta será fiel a ti.”
Nuevamente, hoy pido que tú y yo nos hagamos siempre las preguntas más importantes. Que podamos guardarlas en nuestros corazones…viviendo según ellas, dejándonos guiar por ellas, confiando en que Dios, que es bueno, nos guiará por el camino correcto.
Oremos: Dios Santo, es difícil vivir en la incertidumbre. Es difícil afrontar preguntas que parecen no tener respuestas. Te pedimos que nos acompañes en nuestros viajes, en nuestras búsquedas. Dirígenos y guíanos incluso a través de las preguntas que hacemos, en el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!