Verbo

El mensaje de hoy fue escrito por mi amigo, el Reverendo Roger Kunkel, q.e.p.d., fundador de Dial Hope (Digita Esperanza).

“En el principio ya existía el Verbo” (Juan 1:1). Todo, comprensión, amistad, comunicación con otras personas y con Dios – todo comienza con un verbo. No vivimos solo de pan. Vivimos de verbos. Y, sin embargo, la verdad es que a veces nuestros verbos / palabras nos meten en problemas. Muchos de nosotros somos propensos a esa enfermedad común llamada “meter la pata”.

La oración del Realista comienza con las palabras: “Señor, tú sabes que estoy envejeciendo.” Continúa suplicando a Dios que conceda la liberación…de hablar demasiado, de expresar opiniones fuertes sobre cada tema, de la recitación de un sinfín de detalles, de quejarse constantemente de dolores y molestias recurrentes, de pensar que siempre tenemos razón, de la curiosidad y de mandar y de justicia propia. La oración luego expresa la noción irónica de que es una vergüenza no usar toda esta increíble reserva de sabiduría que el autor ha acumulado a lo largo de los años. La oración concluyó con esta frase: “Pero tú sabes, Oh Señor, que cuando llegue el fin, quiero que me queden algunos amigos. Amén.”

El punto está claro. A veces decimos cosas incorrectas. A veces nuestras palabras hieren a las personas. Pero, afortunadamente, hay otra cara de esa moneda; las palabras pueden ayudar y curar. Las palabras pueden aliviar, restaurar y redimir. Si tú y yo hiciéramos una lista de las palabras más bellas del mundo, estaría encabezando la lista: tú eres amado, tú eres perdonado y eres necesitado. Nunca olvides estas palabras poderosas y sanadoras.

Oremos: Oh Dios del desierto, nosotros tropezamos, murmuramos y balbuceamos como víctimas de una tormenta de arena en el desierto. Perdemos de vista tu amor inquebrantable en los fríos vientos de la duda. Fallamos en confiar en tu amor y tratamos de controlar nuestras vidas. Ignoramos las necesidades de los demás cuando buscamos satisfacer las nuestras. Perdona nuestros errores y colócanos de nuevo en el camino a través de la muerte hacia la novedad de la vida. Porque oramos en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!