Vengan a las Aguas

Vengan a las Aguas

Ayer reflexionamos sobre un pasaje de las Sagradas Escrituras del libro de Isaías (55:1-3). Hoy continúo con dicho tema.

El otro día estaba escuchando un podcast de Andrew Root. Él es un teólogo y consultor de iglesias. Él hablaba de cómo en el contexto de la iglesia, como en gran parte de la vida, nos han hecho pensar que más es mejor…Más miembros, más edificios, más jóvenes, más programas significan mejor. Pero eso no es verdad. También nos han hecho pensar que la satisfacción y la paz interior vienen a través de medios externos, por la validación externa o por cosas…y eso tampoco es verdad.

Ese sentimiento de que tienes que tener más, de que tienes que ser más, puede llevarte a una enfermedad interior, a un sentimiento de ansiedad, de carencia…de que algo no va bien…Una inquietud en el alma…¿Haz sentido eso alguna vez?

Y no hay duda de que hoy en día nuestra cultura lo alimenta. Los expertos en mercadeo estudian la psicología humana. Ellos saben esto de nosotros y a menudo juegan con este anhelo. Nos lo dicen casi sin descanso: Si tan solo pudieras tener esto…Si tan solo pudieras conducir esto…Si tan solo pudieras hacer esto, experimentar esto…entonces…Entonces, estarías en paz. Entonces serías feliz.

Y aunque las redes sociales son geniales para algunas cosas, son terribles para otras. Nos permiten organizar nuestras vidas de tal manera que solo mostramos los aspectos superlativos, los aspectos más destacados. Y nos encontramos mirando a otras personas y las vidas que presentan, sintiéndonos lamentablemente inadecuados: ¿Por qué no puedo vivir así? ¿Por qué no puedo hacer viajes de surf como ese? Vaya, estas personas parecen tan feliz todo el tiempo…Pero, por supuesto, lo que no llegamos a ver es la rutina diaria…No vemos las discusiones ni las luchas ni las rutinas ordinarias…Esas cosas no se muestran…

Es aquí donde Dios nos habla de nuevo a través de Isaías: Vengan a mí. Vengan a las aguas de vida. Aquí, las provisiones vienen sin costo alguno. Aquí, hay un verdadero banquete dispuesto simplemente para que lo disfrutemos…No tienes que hacer más. No tienes que ser más. Ven.

Oremos: Nos dirigimos a ti incluso en este momento, Oh Dios. Llénanos con tu gracia sanadora. 

Dios Santo, mientras nos sentamos en tu presencia, incluso ahora, reconocemos que estamos al borde del agua. Llena en nosotros esos lugares de anhelo, esos lugares de dolor, esos sentimientos de incompetencia…Lávanos con tu gracia…En el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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