Ve. Te Estoy Enviando.
Hoy quisiera decir unas palabras especiales de agradecimiento a aquellos que han apoyado a la Fundación Dial Hope con una donación económica. ¡Tus donaciones hacen posible este ministerio!
Uno de mis amigos, Dan Brooks, es dueño de la tienda Sunrise Surf Shop (Tienda de Surf el Alba) en las Playas de Jacksonville, y durante varios años él ha organizado un campamento de surf para niños con autismo.
He tenido el privilegio de ayudar con este ministerio, ¡y fue una bendición! Si bien el joven con el que trabajé que nunca se puso de pie, en la tabla de surf, era muy emocionante cuando atrapaba una ola y se reía histéricamente. Su mamá era madre soltera, y ella me dijo que era una bendición para su hijo tener una actividad que le trajera tanta alegría. También compartió lo raro que era para ella poder ir a la playa – o simplemente salir a cualquier lado – y poder relajarse por unas horas sabiendo que su hijo no necesitaba su supervisión inmediata.
Pienso en cómo comenzó todo esto. Mi amigo Dan, él ve a personas que tienen necesidad. Es como si Dios le preguntara: “Dan, ¿Qué puedes hacer? ¿Qué tienes para ofrecer?” Así que Dan comenzó con lo que tenía en mente en ese momento. Él sabe surfear, tiene algunas tablas para surfear y algunos kayaks, y contactos con los salvavidas. Dan ofreció lo que tenía, y Dios lo bendijo y lo multiplicó.
Este ministerio no solo abre un mundo nuevo para algunos de estos niños, también les da esperanza a los padres – y un respiro. También toca a los voluntarios de una manera muy profunda y significativa. Y, aumenta la conciencia en la comunidad y más allá.
Muy a menudo Dios trabaja así. Toca nuestros corazones de alguna manera. Tal y como Dios le dijo a Moisés: “He escuchado el clamor de mi pueblo…Vengo a salvarlos…Ve ahora, te estoy enviando a ti.
Oremos: Abre nuestros corazones, Oh Dios, a la necesidad y al clamor de tu pueblo a nuestro alrededor. Condénanos y luego conságranos. Muéstranos cómo nuestras alegrías y dones más profundos se pueden utilizar para servir a los demás. Porque recordamos que al dar es como recibimos. De hecho, hemos sido bendecidos, Señor, para que podamos ser una bendición para este mundo que tanto amas. En el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!