Uno de los Diez Más Importantes
Hace un tiempo, antes del gran estallido de la burbuja de la vivienda, recibí un correo electrónico que era claramente un virus – un anuncio basura para una nueva hipoteca. Lo guardé como una ilustración del sermón porqué juega con la avaricia humana y en nuestra capacidad de codiciar lo que no tenemos.
El anuncio se leía así:
¿Su vecino se mudó a una casa mucho mejor recientemente? Usted sin duda quería un hogar más grande y un vehículo más rápido – pero no sabías como. ¡Ofrecemos tarifas muy competitivas para crédito de consumo! ¡No es de extrañar del porque las personas regresan a nosotros por más crédito! ¡Deja de calcular y empieza a disfrutar la vida! Con nuestras ofertas hipotecarias usted puede permitirse esto.
El anuncio, por supuesto, supone que disfrutaría más la vida si sólo tenía lo que mi vecino tiene – ¡O más que lo que él tiene!
Pero los estudios científicos han demostrado que eso es falso. Nos han demostrado que después de que las necesidades muy básicas sean alcanzadas, lo suficiente para la alimentación y vestimenta, un techo sobre la cabeza, y la atención de salud básica, más dinero no significa más felicidad. Casas más grandes, vehículos más rápidos no equivalen a una vida más satisfecha.
Por otro lado, como pastor, las personas que he conocido que me parecen las más alegres son aquellas que son más generosas – ya sea con su tiempo o dinero.
No codiciarás es uno de los 10 mandamientos – por una razón. Dios sabe que no sólo nos llevará a deudas o peor, también nos hará miserables.
Oremos: Amado Dios, recuérdanos de las muchas, muchas bendiciones que ya tenemos en nuestras vidas. Danos la capacidad de disfrutar lo que tenemos justo aquí, ahora mismo. Y, a como hemos sido bendecidos, que también podamos experimentar tu alegría compartiendo nuestra bendición con los demás. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!