Una Pausa para Mirar Hacia Arriba
Hay una historia acerca de una nueva maestra de escuela dominical quien no podía abrir la cerradura de combinación en el gabinete de suministro y se dirigió al pastor en busca de ayuda. El pastor empezó a girar el disco de la cerradura de combinación, se detuvo después de los dos primeros números, alzó la vista, sereno, hacia el cielo, comenzó a mover sus labios en silencio, giró hacia el número final, y abrió la cerradura.
La maestra se quedó sin aliento, “Estoy asombrada por su fe, pastor.”
“En realidad,” él dijo, “no es nada. El número está en un trozo de cinta en el cielo raso.”
¿No te gustaría que las respuestas a todos los problemas de la vida estuviesen en un pedazo de cinta adhesiva pegada al cielo raso? ¡Entonces, cuando pasemos por un momento difícil en nuestras vidas, todo lo que tendríamos que hacer es mirar hacia arriba!
La verdad es que no hay respuestas fáciles para muchos de los problemas de la vida. No todo es cortar y secar, blanco y negro. Sin embargo, cuando nos encontramos en medio de una gran tensión, dilema o conflicto, no es una mala idea hacer una pausa y mirar hacia arriba.
Nos dirigimos a Dios en oración, no porque creemos que Dios nos irá a resolver todos nuestros problemas como por arte de magia, sino porque confiamos que Dios camina con nosotros. Y confiamos que Dios nos dará el valor y la fuerza para enfrentar el momento.
Oremos: Dios bondadoso y compasivo, gracias por caminar con nosotros. Gracias por reunirte con nosotros en medio de los grandes dolores y desafíos de la vida, así como en las mayores alegrías de la vida. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!