Un Vistazo al Reino
Hace muchos años, el Rev. Jack Meadors contó una maravillosa historia de un incidente que ocurrió durante las Olimpiadas Especiales. Esto fue lo que ocurrió: Nueve niños se alinearon para la carrera de 100 yardas. La pistola de inicio sonó y la carrera comenzó. Pero a pocos metros, de haber empezado la carrera, uno de los niños se cayó y comenzó a llorar. Inmediatamente, los otros ocho niños dejaron de correr y regresaron a ver a su amigo caído. Una joven con Síndrome de Down lo besó y le sacudió el polvo. Los otros niños lo levantaron juntos. Unieron sus brazos, mientras corrían hacia la línea de meta juntos. La audiencia se puso de pie con aplausos. No hubo un ganador, ¡hubo nueve ganadores!
Meadows escribió: “Por un momento fugaz estos niños nos mostraron cómo es el Reino de Dios. Ellos desafiaron el concepto del mundo de que el primer lugar lo es todo. El mundo dice que derrocar, incluso destruir al competidor es el camino a seguir.” En cambio, estos jóvenes demostraron amor, unidad y gracia. Sus acciones trajeron la belleza al mundo. Y, eran testigos de una mejor manera de vivir.
Oremos: Te damos las gracias, Dios Santo, por el deseo de superación y de triunfo que has construido en nuestro interior. Pero admitimos que a veces este impulso nos hace perder de vista el panorama general. Te agradecemos hoy por el testimonio de tus hijos durante las Olimpiadas Especiales. Que podamos seguir su ejemplo por nuestra propia caridad, gracia y compasión. Amén.
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