Un Paso a la Vez
Arqueólogos modernos descubrieron algo muy peculiar en el antiguo Monte del Templo en Jerusalén. Al parecer el conjunto de gradas del costado sur, en donde los peregrinos ascendían al templo, ¡era un diseño desastroso de ingeniería! La altura y la extensión de las gradas variaban enormemente, haciendo la subida un poco traicionera. Algunos llegaron a la conclusión de que los ingenieros que lo diseñaron eran incompetentes; sin embargo, los antiguos rabinos, tenían una opinión diferente. Ellos creían que los arquitectos que lo diseñaron sabían exactamente lo que estaban haciendo. Sabían que ascender al Monte del Señor a toda prisa o sin reflexión sería un error. En cambio, una persona debe de acercarse al tempo de la misma forma en que se acercarían a Dios, con cautela y con pasos medidos.
En su comentario, en una publicación en el Etz Jaim Torá, Harold Kushner escribió: “Ascendemos hacia Dios un paso a la vez, haciendo un pequeño cambio en nuestras vidas y estabilizándolo antes de tomar otro paso. A veces nos deslizamos y damos un paso en falso, cayendo hacia atrás, pero nos recuperamos y seguimos subiendo. La mayoría de las personas no saltan hacia Dios en una gran explosión de entusiasmo.”
Donde quiera que te encuentres en tú camino de fe, oro para que continúes acercándote a Dios. No es necesario que vayas de prisa o con cualquier estrés o preocupación. Pero en cambio, cuidadosamente, de forma deliberada, seguir poniendo un pie delante del otro. Y a medida que lo hagas, que puedas encontrar verdaderas las palabras de la Santa Escritura: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. (Santiago 4:8)
Oremos: Dios amoroso, nos acercamos a ti incluso ahora, confiando que eres bueno y misericordioso y amoroso. Muéstranos tú forma de ser y enséñanos tus caminos, para que podamos recibir tú guía y experiencia y tú amor sanador. Amén
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!