Un Hermoso Misterio
Hay una historia divertida sobre un niño que estaba tratando de aprender la Oración del Señor. Una noche, cuando se arrodilló junto a su cama, su mamá lo escuchó decir estas palabras: Padre Nuestro, que estás en los cielos, ¿Cómo conoces mi nombre?
El Reverendo John Claypool retoma esto y escribe: “Tal afecto individualizado siempre será un misterio para nosotros los mortales…” Es verdad. Pero aún es difícil de comprender. Yo espero que en el fondo conozcas las profundidades del amor de Dios por ti. No importa cuál sea tu pasado; no importa lo que hayas hecho o dejado sin hacer; no importa lo que llevas dentro de ti, Dios te ama.
En el Evangelio de Lucas, Jesús dijo: “¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos. Así mismo sucede con ustedes: aun los cabellos de su cabeza están contados. No tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.
En el libro de Romanos, Pablo escribe: “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.”
Oremos: Tú eres Santo, Oh Dios. Y tú eres bueno. Te agradecemos que nos llames por nuestro nombre y que somos tuyos. Ayúdanos a amar a los demás tal y como tú nos has amado a nosotros. Amén.
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