Tener Claridad
El mensaje de hoy fue escrito por el pastor invitado Rev. Andy Odom.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. (Salmo 51:10)
Me gustaría aprovechar los próximos días para hablar sobre tres prácticas que aprendí de uno de mis entrenadores. Cuando estoy ansioso, trato de hacer tres cosas: buscar claridad, mantener la calma y mantenerme conectado. Cada día me voy a centrar en uno de esos. Hoy será sobre tener claridad.
Cuando las cosas parecen ser caóticas, inciertas y confusas, una de las mejores cosas que se puede hacer, espiritualmente, es trabajar en tener claridad de quién eres y dónde debes estar. Conseguir claridad sobre quién eres como hijo de Dios y dónde debes estar como discípulo de Cristo. Ese es nuestro trabajo principal.
A lo largo de las historias de los evangelios, una y otra vez, Jesús fue parte de conversaciones tensas. Él hacia enojar a las personas y cuestionaban lo que hacía, y, sin embargo, tenía esa forma de mantenerse claro de quién era y dónde debía estar. Él hizo todo lo que tenía que hacer para darse tiempo a sí mismo no solo para tener claridad sino también para permanecer claro sobre quién era. Él se iba solo, muy a menudo, a orar. A veces, a su regreso, cambiaban por completo lo que estaban haciendo porque él estaba más claro sobre lo que debería hacer.
Entonces, cuando sientes que las cosas están locas, ese es mi pensamiento, aléjate un poco y trabaja un poco para obtener claridad sobre quién eres como hijo de Dios y dónde debes estar como discípulo de Cristo. Si puedes hacer eso, es posible que te puedas sentir un poco menos ansioso y con un poco más de esperanza.
Oremos: Querido Señor, concédenos claridad hoy sobre quiénes somos y qué nos has llamado a hacer. Guíanos en los pasos que damos y en las cosas de las que formamos parte. Ayúdanos a ser una presencia esperanzadora para los demás, en Cristo oramos. Amén.
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