Suspiros Demasiados Profundos para las Palabras
Un padre estaba escuchando a su hija como jugaba en el otro cuarto cuando escuchó que ella repetía el alfabeto en un tono de voz que se escuchaba como si fuese una oración. Cuando él le preguntó qué es lo que estaba haciendo, la pequeña le explicó: “Estoy orando, pero no puedo pensar en las palabras exactas, así que solamente estoy diciendo todas las letras y Dios le va a dar un significado por mí, porque él sabe en lo que estoy pensando.”
Mi amigo Charlie Landreth, recientemente, predicó un sermón del pasaje Bíblico en Romanos, en donde Pablo escribió, “No sabemos qué pedir…” En su sermón él nos recuerda que hay ocasiones en la que sentimos una profunda necesidad de orar y sin embargo las palabras se nos escapan.
Tal vez cuando veas la violencia y la angustia en el mundo que nos rodea, te puedas afligir por la pérdida sin sentido de la vida. Tal vez hay momentos en que dichas situaciones pueden sentirse tan abrumadora que es difícil saber siquiera por dónde empezar con una oración. O quizás tengas a un ser querido que está cerca del final de la vida y quieres aferrarte a cada momento precioso, pero también saber que tú ser querido está sufriendo y la calidad de vida no está allí. Es difícil saber cómo orar o qué orar. O tal vez estás conviviendo con un adolescente con problemas o una relación que se cae a pedazos, y no estás seguro de qué tipo de resultado esperar.
Las palabras de Pablo nos dice, “…en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme la voluntad de Dios.”
Oremos: Dios de amor y misericordia, te damos las gracias porque aun cuando no sabemos cómo orar, tú Espíritu intercede en nosotros y por nosotros. Escucha, incluso ahora, nuestros más profundos gritos y dolor…sananos y redímenos y ayúdanos en nuestros momentos de debilidad; te pedimos en nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!