Son Solo Regalos Si…
Hay un cuento antiguo de tres jinetes que viajaban a través del desierto al anochecer. Al cruzar el fondo seco de un río, una voz fuerte les habló de la oscuridad, “Detente en donde estás.” Ellos obedecieron. Luego la voz les ordenó que desmontaran, que recogieran un puñado de guijarros y ponerlos en sus bolsillos…Y remontar. De nuevo, ellos obedecieron.
La voz habló por última vez: “Han escuchado bien y han seguido mis órdenes. Mañana al amanecer ambos estarán contentos y arrepentidos.”
Perplejos, los jinetes avanzaron. Cuando salió el sol, revisaron sus bolsillos y se dieron cuenta que un milagro había ocurrido. Los guijarros se habían transformados en diamantes, rubíes y otras gemas preciosas. Entonces se acordaron de la voz, y ambos estaban contentos y arrepentidos. Contentos de haber tomado algunos, pero arrepentidos que no habían tomado más. La historia se relaciona con los dones de gracia, perdón y amor de Dios. Sólo es una superficie brillante si los recibimos y los abrimos.
Conozco a demasiadas personas que llevan su pasado como si fuese una tonelada de ladrillos. Se quedan atrás por los errores del pasado, por las cosas que dijeron o hicieron, por las personas que pudieron haber lastimado.
Si bien es importante emendar y aprender de nuestros errores, nuestra fe nos enseña que Dios es indulgente, misericordioso y lleno de gracia.
En la Primera Carta de Juan, se lee, “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.”
Por medio del profeta Isaías, Dios dijo: “Yo soy el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados.”
Oremos: Dios de amor, ayúdanos hoy a recibir tus dones de perdón y amor. Báñanos con tu gracia para que podamos comenzar de nuevo este día, por medio de Jesucristo. Amén.
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