Somos el Plan de Dios
El erudito del Renacimiento, Erasmus, una vez contó una historia clásica que fue diseñada para enfatizar la importancia de nuestro papel en los propósitos de Dios para la Tierra.
En la historia, Jesús regresó al cielo después de su tiempo en la tierra. Los ángeles se reunieron alrededor de él para aprender todo lo que había sucedido. Jesús les contó acerca de los milagros, sus enseñanzas, su muerte en la cruz y su resurrección.
Cuando él termina de hablar, Miguel el Arcángel le pregunta a Jesús, “Pero ¿Qué pasará ahora?” Jesús respondió: “He dejado atrás once discípulos fieles y un puñado de hombres y mujeres que me han seguido fielmente. Ellos declararán mi mensaje y expresarán mi amor. Estas personas fieles continuarán mi iglesia.” “Pero,” respondió Miguel, “¿Qué pasa si estas personas fracasan? ¿Cuál es entonces tu otro plan?” Y Jesús respondió: “¡No tengo otro plan!”
En el libro de Hechos, Jesús les dice a los once discípulos: “Serán mis testigos.” Ustedes serán la evidencia de mi amor por este mundo. Tus acciones, tu generosidad, tu perdón, tu compasión serán testigos del evangelio.
Es hermoso para mí que Dios nos dé un papel que seguir en la historia de la salvación. También es hermoso para mí que, al encontrar nuestro lugar en esta historia, al asumir nuestro papel, también nosotros podamos experimentar la gracia sobre la gracia.
Oremos: Dios de la esperanza, que las palabras que expresamos y las acciones que tomamos en tu nombre se conviertan en las semillas del nuevo cielo y la nueva tierra que has prometido. Que tu Espíritu sanador caiga de nuevo sobre nosotros este día. Amén.
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