Señales Publicadas en la Vida

Señales Publicadas en la Vida

El piloto de carreras Juan Manual Fangio descubrió que después de la primera vuelta del Gran Prix de Mónaco de 1950, cuando se acercaba por segunda vez a una peligrosa curva, él notó que algo andaba mal. Las caras de los espectadores, que por lo general los veía turbio al pasar, estaban todas apartadas de él. “Si no me están mirando,” pensó Fangio, “deben de estar mirando algo más interesante a la vuelta de la esquina.” Así que frenó con fuerza y rodeó cuidadosamente la curva, donde vio que su segunda evaluación había sido precisa. La pista estaba bloqueada por un masivo amontonamiento de vehículos.

Cuando somos lo suficientemente astutos como para ver signos de peligro, vale la pena prestar atención y cambiar nuestro curso de acción.

Una vez escuché sobre un letrero colocado en una cerca por un granjero de Arkansas: “Por favor no caminen sobre la hiedra venenosa ni alimenten al toro.”

¡La mayoría de nosotros apreciaría dicha advertencia! 

No sé ustedes, pero a veces no quiero escuchar las palabras de advertencia. Me acostumbre a las cosas tal como están, y el cambio es difícil. Pero también sé que a veces las señales de peligro son reales, y si fallo en cambiar el rumbo, tendré que enfrentar las consecuencias.

Oro el día de hoy para que Dios nos dé ojos para ver las señales de advertencia en el camino de la vida. Ya sea que vengan en forma de un consejo de un amigo, la admonición de un médico, un sermón retador u otra cosa, que al menos podamos escuchar profundamente y comprometerlos a la oración.

Oremos: Dios de toda sabiduría, Dios de amor, te agradecemos por las señales colocadas a lo largo del viaje. Te agradecemos por los amigos y por los seres queridos y por otras personas a quienes has traído a nuestras vidas para bien. Te pedimos de nuevo, en este día, por tu guía, tu valor y tu paz. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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