Sea Misericordioso Conmigo

Sea Misericordioso Conmigo

La leyenda dice que una vez que el Rey Federico el Grande visitaba las cárceles de Potsdam y hablaba con los reclusos. Sorprendentemente, cada uno de los reclusos le expresaron al rey que eran totalmente inocentes de las acusaciones contra ellos. Cerca del final de la visita del Rey, uno de los reclusos compartió con él: “Mi Rey, soy culpable y merezco el castigo que estoy recibiendo.” El rey ordenó que el hombre fuera puesto en libertad. Con una sonrisa, el Rey dijo: “Después de todo, no quiero que él corrompa a todas las personas inocentes aquí.”

Esta historia es divertida, pero también me recuerda la parábola de Jesús acerca de dos hombres orando – un fariseo religioso y un cobrador de impuestos pecaminoso. El fariseo religioso rezaba sobre qué buena persona era y cuán agradecido estaba de no ser como el otro hombre. La oración del recaudador de impuestos era sencilla: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” Jesús nos dijo que era el segundo hombre, no el primero, que estaba justificado por Dios.

La verdad es que todos nos quedamos cortos y de vez en cuando todos nos perdemos del objetivo. La buena noticia es que cuando somos honestos sobre la situación y podemos confesar nuestros errores, Dios que es misericordioso y justo, ha prometido perdonarnos – y darnos un nuevo comienzo. 

¡Gracias a Dios!

Oremos: Dios de gracia, te damos gracias por tu amor y misericordia. Reivindicamos la promesa del apóstol Pablo de que nada – absolutamente nada en la vida o en la muerte puede separarnos de tu amor. Así que te pedimos, el día de hoy, que escuches las confesiones de nuestros corazones. Perdónanos, y concédenos tiempo y valor para enmendar nuestros caminos y comenzar de nuevo. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén. 

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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