Sanación del Alma

Sanación del Alma

Recientemente volví a leer la autobiografía de mi amigo Herb Mesa. Fue muy conmovedor y poderoso. Hoy, quiero compartir un pequeño extracto contigo. Herb estaba luchando junto a los Marines en el Pacífico Sur, en la Segunda Guerra Mundial. Habían invadido la isla de Saipán, y después de una larga noche desgarradora en las trincheras, Herb escribió:

“Mas tarde, en el siguiente día, en un cráter creado por una bomba, me senté solo para comer mis raciones. Era un cráter hecho por uno de nuestros proyectiles. Mientras comía, la arena debajo de mis pies, al haber un vacío debajo, comenzó a cernirse como la arena en un reloj de arena. De repente, una mano quedó expuesta. Enterrado debajo de los escombros había un cuerpo quebrado.  Me conmovió tanto que seguí mirando dicha mano. Busqué por su anillo de boda, pero o él no estaba casado o era japonés y no llevaba anillo de bodas. Me conmovió profundamente. ¿Era ese un dedo que estaba en un gatillo? ¿Era un francotirador que mató o hirió a mis camaradas? ¿Tenía él una familia? ¿Era realmente joven o una persona adulta? Me conmovió tanto que me identifiqué con él, de la única manera que uno lo hace en una situación tan angustiosa, me sorprendí en un gesto impulsivo de solidaridad, lleno de implicaciones.

Me acerqué y toqué su mano, ahora estaba fría y rígida. ¿Era esto lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “perdona a tus enemigos?” Demasiado tarde…pero tal vez no tan tarde. Tal vez el gran logro del perdón no es tanto que absuelve al perdonado, sino que limpia al que perdona.”

En ese cráter, en esa isla devastada por la guerra, a pesar de que él no estaba de acuerdo con la devastación que los soldados japoneses estaban causando, Herb reconoció una humanidad común con su enemigo y comenzó a encontrar la curación en su propia alma.

Oremos: Dios Santísimo, ayúdanos a perdonar a los demás de la misma forma en que hemos sido perdonados. Y a medida que lo hacemos, que podamos comenzar a sentir que tu gracia sanadora se derrame sobre nosotros. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

 

Daily Message Author: Joe Albright

Biografía

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