Replanteando la Pregunta

Replanteando la Pregunta

En el libro de Hechos, hay una historia sobre el encuentro de Pedro con Cornelio, un Gentil forastero. Lo cual es sí mismo es bastante extraño. A Pedro, aunque era un seguidor de Jesús, culturalmente, toda su vida le habían enseñado que algunas partes de la creación de Dios no eran suficientemente buenas para él. Toda su vida le habían enseñado que los gentiles, personas que no eran de su etnia, que no eran de su nacionalidad, eran impuros. Eran vistos como forastero, fuera de los límites incluso de la gracia de Dios. Además de eso, Cornelio era un comandante militar en el ejército que estaba ocupando y oprimiendo a Israel.

Y, sin embargo, aquí en esta historia, ¡encontramos a Pedro en su sala de estar!

Verá, Pedro acababa de tener una visión. Y en esa visión, Dios cambió su corazón. Dios le dijo a Pedro, no te atrevas a llamar inmundo a nada de lo que he creado. Lo que es tan interesante es que, hasta ese momento, Pedro pensaba que el mensaje de Cristo era solo para Israel. Hasta ese momento, Pedro pensó que sabía exactamente quién entraría y quién saldría; quién sería bienvenido y quién no. Toda su vida le habían enseñado a no tener nada que ver con este tipo de personas. Hasta ese momento, uno de los líderes clave de la iglesia primitiva pensaba que el evangelio era sólo para su clase de persona.

“Ahora,” Dijo Pedro, “Ahora, comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismo…” (Hechos 10:34) Aún más interesante, no puede evitar hacer referencia a la Pascua: Al explicar, dijo: Dios lo resucitó al tercer día…Como si dijera: Sólo algo tan poderoso podría cambiar mi corazón y mi mente. Solo algo tan poderoso podría derribar los muros que nos dividen…Sólo algo tan poderoso…

A veces podemos quedar atrapados en la pregunta intelectual de la Pascua: ¿Cómo resucito Dios al Jesús de entre nosotros? Pero tal vez este pasaje bíblico de los Hechos nos invita a replantear las preguntas: Quizás podríamos preguntar:

¿Es posible que algo tan extraordinario haya sucedido en esa primera mañana de Pascua que hay esperanza para nuevos comienzos y una nueva vida? ¿Es posible romper viejos prejuicios? ¿Es posible que se puedan sanar viejas heridas? ¿Pueden caerse la balanza de los ojos? ¿Los corazones pueden abrirse, las mentes pueden cambiar? ¿hay esperanza para nuestra nación tan dividida? ¿Hay esperanza para mí?

No sé dónde estás en tu camino de fe. Pero tal vez la pregunta para nosotros no sea tanto una pregunta intelectual: ¿Cómo puedo hacer que mi mente entienda la tumba vacía y que el cuerpo vuelva a la vida? Pero es más bien una pregunta de fe ¿Cómo voy a vivir mi vida en respuesta?

Oremos: Estamos agradecidos, Oh Dios, porque el Cristo Resucitado está obrando incluso ahora, para sanar, para reparar, para sanidad e incluso sacar vida de la muerte. Levanta de nuevo los lugares muertos en nuestras vidas, en nuestros corazones y en nuestro mundo. Confiamos en ti, que has prometido hacer nuevas todas las cosas. Amén.  

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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