Regocíjate, Ora, Dar Gracias
El apóstol Pablo escribió una vez: “Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación; porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.”
Muy rara vez en las Sagradas Escrituras, Pablo, o cualquier otra persona, dice esto claramente: “Esta es voluntad para ustedes…” Pero aquí está. Y es muy simple – muy detallado. Pero de ninguna manera es fácil.
Deléitate en el Señor, encuentra gozo en estar encantado, saboréalo. De hecho, Pablo escribió esta carta en Griego – y la palabra que usó es la palabra regocijarse – es la palabra chara. Ten alegría. Bueno, chara viene de la palabra raíz Charis – que significa regalo. Si alegría proviene de Charis – regalo, entonces regocijarse es estar consciente del regalo: regalo de la vida, regalo de aliento, regalo del perdón, regalo de la reconciliación, regalo de poder levantarse por la mañana; regalo del sol de verano en mi espalda. Regalo.
Regocijarse es darse cuenta de que toda la vida es un regalo. Este momento es un regalo. Estas personas son un regalo. La capacidad de comunicarse es un regalo. Mi familia, estos amigos – todos regalos.
Ahora bien, si miramos esto un poco más de cerca, vemos que regocijarse, orar, dar gracias están integralmente vinculados, ya que regocijarse y dar gracias son oraciones en sí mismas. Es realmente una perspectiva de la vida de la que habla Pablo…Y es una perspectiva que implica la necesidad de detenerse y darse cuenta, de mirar a nuestro alrededor…
Cuando estaba escribiendo esto, tuve que hacer una pausa por un momento – y seguir este consejo yo mismo. Yo estaba afuera en mi porche, de la parte de atrás, y noté el canto de los pájaros, el gorjeo de las cigarras, la luz del sol de la mañana que entraba por los árboles. Al detenerme y darme cuenta…y deleitándome con ello – sentí una oleada de alegría casi inmediata.
Los dejo con el mismo desafío que les ofrecí a principio de este mes. A medida que avanza cada día de esta semana, yo los invito a hacer una pausa intencional momentánea de vez en cuando – encuentra algo para apreciar. Espera 15 segundos completos para que se asimile por completo. Deléitese en ello. Deja que se impregne y agradezca.
Oremos: Continúa abriendo nuestros ojos, Oh Dios, a los muchos regalos que nos rodean por todos lados. A medida que lo notamos, abre también nuestros corazones, para que encontremos formas de responder. En el nombre de Cristo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!