Que tu Alegría Pueda estar Completa
En el Evangelio de Juan, Jesús dijo: “Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa. Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. (Juan 15:10-12)
Recientemente escuché sobre un profesor de teología, que había fallecido, en la Universidad de Drew de nombre Dr. Samuel Upham. Él murió en 1904 a la edad de setenta años, y en sus últimas horas, estaba acostado en su cama, rodeado de amigos y familiares. En un momento, parecía que había falleció, pero una mujer que estaba a su lado le tocó los pies y dijo: “No, él no está muerto. Siente sus pies. Están tibios. Nadie ha muerto con pies tibios.” Ante tal situación, el Dr. Upham abrió los ojos y dijo: “Bueno, ¡Ciertamente esa fue la forma en que murió Juana de Arco!
(¡Quizás recuerdes que Juana de Arco fue quemada en la hoguera!)
Esas fueron sus últimas palabras…lo que me dice que era un hombre que realmente había encarnado el espíritu de alegría de Dios. Este es el mismo espíritu de alegría que me imagino que los discípulos debieron haber sentido en la tumba vacía. Es el mismo espíritu de alegría que ha mantenido a la iglesia a través de los años. Y es ese mismo espíritu de alegría que Jesús te ofrece incluso ahora.
Oremos: Dios amoroso y misericordioso, abre nuestros corazones nuevamente a tu amor. Y, a medida que compartimos ese amor con los demás, que podamos experimentar de nuevo tu alegría profunda y permanente. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!