Preparando Nuestros Corazones
Recuerdo que hace varios años estaba dirigiendo una clase dominical, y hablamos sobre las tradiciones familiares en Navidad. Por supuesto, para algunos de nosotros, ciertas tradiciones pueden sentirse como destrozador de alma. Sin embargo, otros infunden a la temporada un gran significado y esperanza.
Una familia habló sobre tener una corona de Adviento en la mesa de comedor, con cuatro velas en los bordes y una vela de Cristo en el centro. Ellos encendían las velas el Domingo por la noche de cada semana. La primera semana encenderían la vela y le solicitan a cada persona, alrededor de la mesa, que compartan: ¿Qué te trae esperanza? El segundo Domingo, ellos encenderían la vela preguntaban: ¿Qué te trae paz? Y así consecutivamente con alegría y amor.
Un hombre soltero, de dicha familia, habló de la importancia de ser voluntario al menos una vez durante el Adviento para ayudar a las personas necesitadas de su comunidad. Otros hablaron de agregar, intencionalmente, un tiempo de oración cada mañana o tarde. Alguien recientemente compartió conmigo que, en Diciembre, dedica unos minutos cada mañana a reflexionar sobre la historia de Navidad en el Evangelio de Lucas.
¿Alguna vez has notado que cuando ponemos nuestros corazones y nuestra alma en algo, es enriquecedor y gratificante? Piensa sobre un trabajo o una relación. Sin embargo, si damos solo la mitad de nuestro corazón, nunca llegaremos a experimentar la plenitud de lo que podría ser. ¿Esto es cierto también con nuestra fe, ¿no es así?
Mi oración por ti es que puedas reclamar estas cuatro semanas de Adviento como una temporada santa. Que puedas tomar un tiempo para reflexionar y adorar y permitir que se asiente el significado más profundo y la alegría de la temporada. Encuentra las tradiciones que enriquecen esta temporada…Deja ir las que no la enriquecen.
Oremos: Amado Dios, así como preparamos nuestros hogares con adornos y luces, también preparemos nuestros corazones. Pedimos que te reúnas con nosotros de una manera poderosa este año. Incluso ante nuestras luchas y dificultades, llénanos con tu alegría y con abundancia de esperanza. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!