Preguntas Sin Respuestas
Hace poco vi una tira cómica de Charlie Brown y Sus Amigos. Linus dijo, “Así que, tuve que decirle a la profesora que simplemente no sabía…” Charlie Brown respondió, “Tal vez algunas preguntas no tienen una respuesta.” “¿Cómo cuáles? Preguntó Lucy, Snoopy respondió, “Como ¿Alguna vez Jesús fue dueño de un perro?”
Es verdad. Charlie Brown está en lo correcto. Algunas preguntas no tienen respuestas – al menos no que la podamos comprender.
Esto me hace recordar, continuamente, de la necesidad de humildad frente a las preguntas sobre sufrimiento y pérdida, y frente a las preguntas sobre eternidad.
El apóstol Pablo nos recuerda: “Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido.”
Mientras tanto, se nos recuerda, “Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.” (1 Corintios 13:13)
Nuestra oración de hoy es atribuida a San Agustín, en algún momento alrededor del Siglo IV. Oremos: Dios de vida, hay días en que las cargas que llevamos en nuestros hombros son muy pesadas y nos agobian, cuando el camino parece triste y sin fin, el cielo gris y amenazante, cuando nuestras vidas no tienen música en ellos, y nuestros corazones se sienten solos, y nuestras almas han perdido su valor.
Inunda el camino con luz, dirige nuestros ojos hacia donde el cielo este lleno de promesas; sintoniza nuestros corazones a la música valiente; danos el sentido de la amistad con héroes y santos de todas las eras; y así acelera nuestros espíritus para que podamos ser capaces de animar las almas de todos los que hacen el viaje con nosotros en el camino de la vida, a tu honor y gloria. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!