Predicar el Evangelio en Todo Momento; Utiliza Palabras Solo si es Necesario

El mensaje de hoy fue escrito por el Pastor Invitado, Chaplin Bob Griffiths.

Me encanta este dicho, atribuido a San Francisco, porque el desafío de mi vida no radica en lo que profeso como Cristiano, sino en mis obras. Por lo general, están bastante sincronizados en el ministerio, pero no tanto en las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Entonces, si quieres ver cómo pongo en práctica lo que profeso, viaja conmigo en mi vehículo, vive conmigo en mi casa, y acompáñame a una reunión de la junta del condominio. Ahí es donde el caucho del mandamiento “ama a tu prójimo” entra en contacto con el camino del mundo real. Ahí es donde encuentro las cosas insignificantes que me molestan. ¡YO! Ese es mi ego, lo que siempre se interpone en el camino de Dios. Hay un dicho que dice: “Ego” significa “suavizar la salida de Dios.”

Un hombre sabio me dijo una vez: “Bob, no me tienen que caer bien todos, pero yo tengo que amarlos.” ¡En efecto! Todos somos hijos de Dios y amados por Dios. Así que, ¿amo o puedo ayudar a alguien al reaccionar negativamente hacia ellos? ¿Al ceder a la tentación de la ira auto-justificada? ¿Al insistir en tener la última palabra? O ¿puedo tratar de ser un ejemplo para ellos? ¿Puedo imitar a Dios a través de una respuesta reflexiva en lugar de una reacción instintiva? Y ¿Cómo me gustaría ser tratado si la situación se invirtiera? Jesús nos dice: “Los conoceréis por sus frutos.”

¿Mi árbol está mostrando los frutos de Dios o los frutos de Bob? Yo todavía trabajo en esto. Y espero trabajar en ello por el resto de mi vida.

Oremos: Dios misericordioso, me amas más allá de mi comprensión – de la misma manera que amas a todos los que se cruzan en mi camino. Ayúdame a mostrar Tu amor no solo con mis labios, sino en mi vida: en pensamiento, palabra y obras. Gracias por tu paciencia con mis defectos humanos y Tu perdón de ellos. Ayúdame a hacer lo mismo por los demás, para que pueda retribuir todo el amor, el perdón, gracia y la misericordia con la que Tú me has bendecido. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!