Pozos de Orientación, Sanación y Refrescamiento
Hay una vieja historia apócrifa sobre un fotógrafo asignado por una revisa nacional para tomar fotografías de un incendio forestal. El editor de asignaciones le dijo que un pequeño avión lo estaría esperando en el aeropuerto para llevarlo sobre el fuego. El fotógrafo llegó a la pista de aterrizaje solo una hora antes de la puesta del sol. Efectivamente, un pequeño avión Cessna estaba esperando. Abordó rápidamente con su equipo y grito: “¡Vámonos!” El piloto, un hombre de aspecto tenso, giró el avión hacia el viento, y pronto estuvieron en el aire, pero volando de manera bastante errática.
Sin prestar demasiada atención a la forma en que volaba el piloto, el fotógrafo le indicó donde ir. “Vuela sobre el lado norte del fuego,” dijo, “y realiza varios sobrevuelos de bajo nivel.” Mirando el humo y el fuego abrasador, el nervioso piloto exclamó: “¿Estás seguro? ¿Por qué quieres que haga eso?” “¡Porque voy a tomar fotos!” exclamó el fotógrafo. “Yo soy un fotógrafo y los fotógrafos toman fotos.” Con una expresión aún más preocupada en su rostro, el piloto respondió: “¿Quieres decir que no eres el instructor de vuelo?”
La historia es divertida, y, efectivamente, hay momentos en la vida en que cometemos errores. A veces graves errores. Es en momentos como esos cuando las bases de nuestra fe hacen toda la diferencia cuando lo que creemos se hace realidad. Sin fe nos sentimos perdidos, sin ataduras, sin guía.
El poeta y filósofo John O’Donahue dijo una vez: “…para la crianza de los hijos, para las relaciones y para todos los dominios de nuestro esfuerzo y trabajo, tener acceso a una tradición religiosa es un recurso fundamental, enorme y fortalecedor, que te mantiene ampliamente despierto y te hace hacerte las preguntas difíciles.”
Puede evitar que te vuelvas encarnado y amargado…o cínico y endurecido. Te puede mantener abierto y generoso. Y puede evitar que pierdas la orientación.
O’Donohue continuó diciendo: “…no es que nuestra tradición no tenga pasajes oscuros. Pero, también hay zonas de luz e inmensos pozos refrescantes y de sanación. Y es una pregunta crítica, siempre, para alguien que quiere tener una fe adulta madura, para llevar a cabo la conversación más vigorosa e implacable que puedas con tu propia tradición, para extraer y excavar en busca de la enorme reserva de recursos de espíritu y guía…”
Oro hoy para que tú y yo aprovechemos profundamente los inmensos pozos que refrescan, guían y sanan dentro de nuestras propias tradiciones. Y mientras lo hacemos, ya sea que enfrentemos momentos de crisis, peligro, soledad o desesperación, o que estemos celebrando o simplemente pasando por el medio, que podamos encontrar que nuestras vidas estén arraigadas y cimentadas en el corazón y la presencia de Cristo, quien nos ama.
Oremos: Dios amoroso, crea en nosotros el deseo de conocerte más profundamente y amarte más plenamente. En el nombre de Jesús, oramos. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!