Poder Ser Sanados

En una de las historias del Evangelio, Jesús sana a diez leprosos; pero solo uno regresó a dar las gracias. Es interesante, Jesús le dijo al que regresó: “Tu fe te ha sanado.” Otra traducción lo expone así: “Tu fe te ha curado.”

De esta forma, diez leprosos fueron sanados, pero uno de ellos recibió algo más.

Un amigo que se recupera del consumo de narcóticos me dio una nueva visión de este pasaje. Él dijo: “Una cosa es estar limpio – limpio de drogas, curado de una enfermedad, libre de ansiedad o estrés. Todas esas cosas que Jesús puede hacer. Pero lo que es aún más esencial, es permitirle a Dios que te sane.” El leproso en la historia hace eso mismo al volver, reconociendo al Poder Superior, reconociendo a la persona que lo ayudó a estar sano en primer lugar, y dando gracias. La gratitud, la fe y la salvación están unidas en esta historia.

El día de hoy, que puedas recordar la gracia que has experimentado en tu vida. Que puedas regresar a la fuente y encontrar la manera de dar las gracias. Y a medida que lo hagas, que puedas notar la gracia de Dios que te está sanando.

Oremos: Dios de Gracia, muchas gracias por los niños, risas, sonrisa, abrazos, por las flores y las mariposas, por la familia y amigos, por la vida y la salud, por los días soleados y por los de lluvia. Gracias por las familias de nuestra iglesia, por las abuelas y los nietos, por los peces dorados, y por la capacidad de amar. Y Dios, podríamos seguir y seguir. Ayúdanos a que nunca pero que nunca tomemos estos regalos por sentado. Nos has dado tanto. Nosotros recibimos y recibimos y recibimos.

Recuérdanos a apreciar, pero no para detenernos allí. Ayúdanos a permitir que nuestra gratitud se refleje en la forma en que vivimos. Tal y como hemos recibió, que podamos dar a otros. Oramos en el nombre de Aquel que dio incluso su propia vida. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!