Permitiéndonos ser Libres
Tiempo atrás en el Oeste de Memphis, Arkansas, tres jóvenes fueron acusados de asesinato. Cuando llegaron a la corte, el padre de una de las víctimas de repente se precipitó hacia los jóvenes gritando: “Te perseguiré hasta el infierno.” Un escritor hizo la observación: “Entiendo la furia feroz del padre, pero hay algo casi profético en sus palabras. Si permitimos que nuestro odio, por los que nos han agraviado, nos controle, con el tiempo nos destruirá. Seguiremos nuestras amarguras “durante todo el camino hacia el infierno.”
Cuando Pedro le preguntó a Jesús: “Señor, ¿Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? Jesús le contestó: “No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.”
En verdad, el perdón es menos sobre la otra persona y más sobre nosotros. No sé de ustedes, pero no quiero que lo que me haya hecho alguien más me controle. No quiero que el odio y la ira me posean. Cuando perdonamos a otros, más que cualquier otra cosa, nos liberamos.
Oremos: Dios de Misericordia, te alabamos por tu amor incondicional y por el perdón hacia nosotros. Oro, el día de hoy, especialmente por aquellos que están luchando por perdonar a los demás. Dales fuerzas para que se alejen de la situación en caso de que sea necesario, pero luego dejar ir, perdonar y seguir adelante. El día de hoy, que tu Espíritu descanse sobre cada uno de nosotros otorgándonos tu paz. Amén.
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