Perdonar, Así Como Nosotros Hemos Sido Perdonados
Recientemente, La Fundación Templeton financió un estudio importante a nivel nacional acerca de las actitudes de la persona hacia el perdón. Fue co-patrocinado por la Universidad de Michigan y por el Instituto Nacional de Salud Mental, y fue fascinante. El estudio determinó que el 75% de los estadounidenses están “muy confiados” de que han sido perdonados por Dios por sus ofensas pasadas. ¡75%! Esto incluye a personas que no asisten con regularidad a la iglesia.
Sin embargo, sólo alrededor de la mitad de las personas encuestadas afirmaban que había o perdonarían a otros que les hiciese daño. Lo interesante para mi es que, si bien estamos seguros de que Dios ha sido misericordioso con nosotros, tenemos dificultades poder ser bondadosos y compasivos con los demás. No hay duda de que es difícil perdonar a las personas que nos han hecho daño, y sin embargo es tan importante perdonar.
En ese mismo estudio, los investigadores también encontraron que existe una relación significativa entre el perdón y una mejor salud. Mientras más propensa sea una persona a conceder perdón, es menos probable que él o ella vayan a sufrir de alguna enfermedad relacionada con el estrés. Además de nuestra salud física, el perdón está directamente ligado a nuestra salud espiritual.
En su carta a los Colosenses, el apóstol Pablo exhortó: De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
Oremos: Misericordioso Dios, hemos oído la Buena noticia de que en Jesucristo somos perdonados. Aunque a veces aceptamos este perdón, otras veces no lo aceptamos. A veces somos capaces de perdonar a los demás, pero a veces nos aferramos a viejos rencores, heridas y temores. A veces nos sentimos incapaces de perdonar, incluso a nosotros mismos.
Ten piedad de nosotros, Oh Dios. Ayúdanos hoy para que podamos dejar ir…Ayúdanos a aceptar que somos aceptados; y perdonar, así como somos perdonados; que los nuevos comienzos puedan ser nuestros por medio de Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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